La galaxia ‘Frankestein’
La observación astronómica evoluciona constantemente, y por esta razón vale la pena echar un ojo a todo lo visualizado anteriormente; UGC 1382 es uno de estos ejemplos: una pequeña galaxia elíptica sin ningún interés aparente descubierta en la década de los 60, pero que realmente no es pequeña, ni elíptica, ni aburrida.
Gracias al uso de múltiples longitudes de onda, los astrónomos descubrieron que UGC 1382, que está a 250 millones de años luz, es en realidad una galaxia espiral que se extiende a una longtiud de 718.000 años luz, más de siete veces más ancha que la Vía Láctea.
«Vimos como los brazos espirales se extienden más lejos, fuera de esta galaxia, y nadie lo había visto anteriormente», dice Lea Hagen, que dirige el estudio. «Eso nos llamó la atención, e hizo que nos pusiéramos a observarla más detenidamente».
Esto llevó al equipo a hacer un descubrimiento excepcional: UGC 1382 se ha formado al revés.
«El centro de la galaxia es, en realidad, más joven que el disco espiral que lo rodea», afirma Mark Seibert, coautor del estudio. «Es viejo en el exterior y joven en el interior; es como encontrar un árbol cuyo crecimiento interior es más joven que los anillos exteriores».
Las galaxias se forman, generalmente, desde adentro hacia afuera, con un núcleo formándose al inicio y los brazos espirales formándose después. Una fusión de galaxias es la explicación más probable para la curiosa composición de UGC 1382: esta galaxia es, en realidad, la unión de distintas piezas que coincidieron hace mil millones de años.
«Esta galaxia ‘Frankestein’ es capaz de sobrevivir porque se encuentra en una zona tranquila y pequeña del universo, donde nada puede ‘molestarla’, afirma Lea. «Es tan delicada que un ligero empujón de un vecino podría causar su desintegración. Mediante la comprensión d eesta galaxia, podemos obtener pistas de cómo las galaxias se forman en una escala mayor, y descubrir las sorpresas de los vecinos galácticos», afirma Mark.