Olvídate de la malaria o la tuberculosis: las infecciones por hongos, con más de mil millones de personas infectadas en el mundo, matan incluso a más personas que las enfermedades que hemos mencionado al principio: 1,5 millones de personas al año. Y no se le da tanta importancia.
«Cuando preguntamos a la gente las enfermedades mortales que se conocen, nos ponen como ejemplo virus, bacterias o parásitos», explica el profesor Neil Gow, de la Universidad de Aberdeen, en declaraciones a IFLScience. «Sin embargo, los tres principales organismos son prácticamente desconocidos por el público en general: Aspergillus, Cryptococcus y Candida».
Estos tres organismos hacen que, al año, mueran más de un millón de personas, según afirma Neil; algo bastante sorprendente, ya que son entre dos y tres veces más víctimas que las que se lleva el cáncer de mama, y el doble de los que sucumben a la malaria. Sin embargo, a pesar de estos altos números, las infecciones por hongos no son conocidos por el público de a pie. Esto podría estar relacionado con el hecho de que muchas de estas infecciones por hongos son, médicamente hablando, un fenómeno relativamente nuevo.
El problema mundial de las infecciones por hongos no afecta únicamente a los países en desarrollo. Hay informes recientes de una nueva cepa de hongos causantes de brotes en los hospitales; detectado por primera vez en 2009 en Japón, la nueva cepa del hongo Candida auris se ha detectado ya en 40 pacientes en un solo hospital en el sudeste de Inglaterra, y es resistente a algunos de los primeros medicamentos anti-hongos. Con sólo cuatro clases diferentes de anti-hongos en el mercado, y sin existir ninguna vacuna, es fácil ver que estos organismos son un reto significativo para la salud.
Lo que necesitamos ahora es que se comience a priorizar la investigación de estos organismos, con la esperanza de que se pueda desarrollar tratamientos efectivos y que se pueda salvar, en el futuro, una gran cantidad de vidas.
