Nosotros, en nuestro día a día, no notamos que la Tierra rote. De hecho, si retrocediésemos unos siglos atrás, probablemente nos ejecutarían por decir tal ‘desfachatez’ (por entonces).
La verdad es que nuestro planeta gira a una velocidad de más de 1.600 kilómetros por hora. Así que, ¿qué pasaría si de repente se detuviera?
Para empezar, todo lo que no estuviera sujeto al suelo comenzaría a ‘volar’ a una velocidad similar a la que rota nuestro planeta (1.600 kilómetros por hora, en este caso). Entre este cúmulo de ‘cosas’ que comenzarían a desplazarse rápidamente se incluye la atmósfera, creando vientos tan fuertes como los que podemos encontrar en una explosión de una bomba atómica. El impulso del frenazo enviaría tsunamis gigantes que barrerían más de 27 kilómetros de costas en un tiempo menor de un minuto.
También, al no rotar, la Tierra no tendría ciclo dia-noche, y por lo tanto, al mantenerse estática lo único que haría cambiar de posición frente al Sol sería el propio recorrido que hace nuestro planeta frente a la estrella, habiendo seis meses de luz y otros seis de oscuridad. Además, el Sol ya no aparecería por el este, sino que lo haría por el oeste.
La fuerza centrífuga de la rotación causa un ‘bulto’ en el ecuador, dotando a la Tierra de una forma achatada, que desaparecería en caso de que el planeta se frenase. Los océanos ‘migrarían’ a los polos donde la gravedad sería más grande, creando dos ‘súper-océanos’ dejando un continente gigante en el centro.
También, los campos magnéticos se difuminarían lentamente, dejando la Tierra expuesta a la radiación espacial.
Como puedes comprobar, la rotación es más importante para nuestra vida de lo que parece. Algo tan insignificante para nuestro día a día hace que, sin él, no pudiéramos vivir.
