Se estima que hay 100 millones de planetas en al Vía Láctea, que no deja de ser una de los cientos de miles de millones de galaxias que habitan el universo. De momento, sólo tenemos constancia de uno de estos planetas en el que haya surgido la vida: la Tierra, pero, ¿no debe de haber millones de planetas similares al nuestro ahí fuera?
Este es un problema que ha asolado durante tiempo a los astrofísicos, y no hay una respuesta clara. A dicha pregunta se le conoce como la Paradoja de Fermi.
Hay una serie de posibles soluciones, algunas más desconcertante que otras, y vamos a echar un vistazo a algunas de ellas.
El espacio es demasiado grande.
La primera, y quizá la más popular, se refiere a las grandes distancias que nos envuelven. Los planetas posiblemente habitables que existen en nuestra galaxia están a miles de años luz de distancia, por lo que la comunicación electromagnética (la única manera en que sabemos cómo comunicarnos) es casi imposible. Para las galaxias más allá de la Vía Láctea, a millones de años luz de distancia, la situación se vuelve más compleja, obviamente. Quizá la distancia es demasiado grande para aquellas conversaciones que se llevan a cabo a través del espacio-tiempo.
No hemos investigado lo suficiente.
Hasta la fecha, la mayor parte de nuestra búsqueda de inteligencia extraterrestre se ha basado en el Instituto SETI, sin tener suerte.
A principios del año pasado, fue anunciado un proyecto de 100 millones de dólares denominado Breakthough Listen, financiado por el multimillonario ruso Yuri Milner. Se utilizará dos de los telescopios más poderosos de radio del mundo, el Observatorio de Green Bank, West Virginia, y el Observatorio Parkes en Australia, que abarcan el millón de estrellas más cercanas a la Tierra y también las 100 galaxias más próximas. Es nuestra mejor oportunidad para abarcar más espacio.
El gran filtro.
Otra solución a la Paradoja de Fermi sugiere que existe una especie de filtro en el universo, en el que la vida inteligente se detiene, quizá a través de la autodestrucción o por otras razones. Podríamos ser la primera especie en superar dicho filtro, o todavía estamos cerca de llegar a él.
Somos demasiado primitivos.
Tal vez, y según algunos postulan, hay otras maneras de comunicarnos que todavía no somos capaces de imaginar; quizá hay civilizaciones ahí fuera esperando a que nosotros lleguemos a cierto nivel de madurez evolutiva y tecnológica antes de que entren en contacto.
Estamos solos.
Como última explicación y como última respuesta, quizá estamos solos en el universo.
¿Cuál es tu respuesta más plausible?
