El oro y la plata son sin duda algunos de los metales más preciados de la Tierra, y no es de extrañar, puesto que su creación precisa unas condiciones poco frecuentes pero extremadamente devastadoras. Considerado uno de los grandes enigmas de la ciencia, los científicos llevan décadas intentando averiguar el origen de los elementos más pesados como el oro, la plata o el platino. Ahora, un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachussets, parece que ha dado con la explicación.
Muchos de los elementos pesados que nos rodean en la actualidad se formaron por la fusión de las estrellas. En este proceso llamado «fusión nuclear», los núcleos atómicos se fusionan y emiten energía, creando un átomo diferente, más pesado.
Pero el origen del oro y la plata, algunos de los elementos más pesados hasta ahora conocidos, no es tan sencillo, puesto que su creación requiere una cantidad de energía tan elevada que ni siquiera la fusión de las estrellas convencionales es capaz de alcanzar. De hecho, hasta ahora, nadie se explicaba cómo podían existir en el Universo.
«La producción de estos elementos tan pesados requiere de tantísima energía que resulta imposible fabricarlos experimentalmente. Sencillamente, su proceso de fabricación no funciona en la Tierra”, ha explicado Anna Frebel, líder del estudio.
Sin embargo, el descubrimiento de Retículum II, una antiquísima y cercana galaxia enana cuyas estrellas contienen cantidades masivas de oro, plata y platino, ha abierto la puerta que encerraría la explicación de este misterio.
Situada a «solo» 98.000 años luz de distancia, Reticulum II es una de las galaxias enanas más cercanas encontradas hasta ahora por los astrónomos y fue durante su formación cuando se crearon los materiales más codiciados del planeta.
La energía necesaria para la formación del oro y la plata, solo es capaz de proporcionarla un fenómeno: las colisiones de estrellas de neutrones, las estrellas más densas que existen. Estas colisiones son un fenómeno catastrófico que ocurre durante la formación de galaxias, y apenas dura unos segundos. Genera una avalancha de neutrones que bombardea toda la materia circundante, que absorbe parte de estos neutrones en un proceso que los científicos llaman «proceso-r», un término que hace referencia al proceso de captura rápida de neutrones.
Ya en 1957, los físicos Hans Suess y Harold Urey demostraron que era necesaria alguna forma de captura rápida de neutrones para forjar elementos muy pesados como el oro y la plata, y que todos ellos debieron empezar a existir en alguna parte del Universo, en un lugar en el que se dieran condiciones extremas y hubiera una enorme cantidad de neutrones disponibles.
Según su hipótesis la fusión de estrellas de neutrones (los núcleos muertos de estrellas que previamente explotaron como supernovas) eran los escenarios más probables para que algo así sucediera, aunque Suess y Urey nunca lograron pruebas de que algo así sucediera realmente, por lo que el origen de los elementos «proceso-r» siguió estando envuelto en el misterio.
Ahora, sabiendo que las colisiones de estrellas de neutrones son relativamente comunes durante las primeras etapas de la formación de galaxias enanas como Reticulum II, el equipo liderado por Anna Frebel ha determinado que Suess y Urey tenían razón.
Cuando dos estrellas de neutrones chocan dan lugar a uno de los sucesos más violentos conocidos. Generan una bestial explosión de rayos gamma (un destello de luz de alta energía proveniente de una explosión extremadamente energética) capaz de esterilizar sistemas solares situados a mucha distancia. Y no sólo eso, también pueden forjar elementos como el oro y la plata.
De esta forma los elementos más pesados de todos son producidos por un proceso de captura de neutrones, durante el cual un elemento que ya existe adquiere neutrones adicionales, de uno en uno, que pueden desintegrarse a protones, cambiando la estructura del átomo y convirtiéndolo en un nuevo elemento. Luego el oro y la plata pasarían a formar parte de otras estrellas y asteroides, que transportarían estos metales a la Tierra.
Ahora, cuando veas oro, recordarás que surgió a partir de colisiones de estrellas, fenómenos devastadores que tuvieron lugar hace mucho, mucho tiempo.
