Encuentran la construcción Neandertal más antigua hasta la fecha
En lo más profundo de una cueva en el suroeste de Francia, cerrada al mundo exterior durante decenas de miles de años, un grupo de investigadores ha descubierto una construcción, con forma de anillo con paredes parcialmente de pie, formados a partir de cientos de trozos de estalagmitas. Lo más sorprendente de todo es la fecha de la cuál data dicha construcción: 176.000 años, lo que significa que no fue el hombre moderno el que levantó dicho ‘monumento’, sino que fueron nuestros primos Neandertales. Los resultados se publicaron esta semana en la prestigiosa revista Nature.
La cueva, llamada Bruniquel, fue originalmente explorada por un grupo de arqueólogos en 1990, cuando rompieron la entrada sellada durante miles de años. En el interior se encontraron restos de osos de las cavernas, ahora extintos, que habían utilizado la cueva para hibernar. Sus huellas, marcas de garras, piel y sitios de descanso fueron preservados en el suelo blando del interior.
Pero aún más profundamente, a unos 335 metros de la entrada, los espeólogos encontraron dicha construcción: una serie de estructuras en forma de anillo, semicírculos, y montones más pequeños fueron construidos con piezas rotas de estalagmitas. La duda surgió al instante: ¿había sido hecho por formación natural o había algo mucho más interesante detrás?
No fue hasta 2013 que los investigadores, dirigidos por Jacques Jaubert (Universidad de Burdeos), fueron capaces de bajar a la cueva y estudiar dichas estructuras. Tomaron 18 muestras y, usando una variedad de técnicas, dataron la fecha a 176.500 años de edad, 2.100 años arriba o abajo.
Cada estructura se compone de piezas de estalagmita más o menos del mismo tamaño, con estructuras apiladas una encima de otros y en algunos casos con soportes de otras piezas para evitar que se caigan. Descartando que el arquitecto fuera un oso, ya que no encaja con cualquier otro nido conocido, sólo quedaba una respuesta.
Como los primeros Neandertales fueron los únicos seres humanos que vivían en Europa en el momento en que se construyeron las estructuras, parece razonable concluir que fueron ellos los constructores. Dicha afirmación también está respaldada por el descubrimiento de un hueso carbonizado encontrado dentro de una de las estructuras más pequeñas, que se cree que es de un oso o de un herbívoro grande. Esto no sólo las hace ser las estructuras conocidas más antiguas atribuidas a los Neandertales, también a cualquier homínido.