¿Por qué nos sentimos solos?
La interacción con los demás es vital para la supervivencia de los animales sociales, como los seres humanos, ya que el establecimiento de relaciones permite el intercambio de alimentos y otros recursos, así como seguridad entre los miembros. Como tal, el aislamiento social, trae una serie de consecuencias negativas obvias, aunque los científicos pueden haber descubierto lo que podría significar el sentimiento de soledad, un proceso neurológico parecido al dolor y un deseo de compañía.
Tras colocar a unos ratones en régimen de aislamiento durante un periodo de 24 horas, y más tarde analizar sus cerebros, los investigadores observaron que las conexiones entre las neuronas en una región llamada núcleo dorsal del rafe fueron significativamente más fuertes que la de los ratones no aislados.
Para probar esta hipótesis, se repitió el experimento, aunque en lugar de extirpar el cerebro de los roedores para analizarlo, se les permitió regresar a sus grupos sociales tras 24 horas y se utilizó un implante cerebral para medir la actividad en su núcleo dorsal del rafe. Según cuentan a la revista Cell, explican cómo estos ratones muestran un mayor deseo de socializar, cosa que se esperaba, y que esto parece correlacionarse con un aumento en la actividad de esa zona cerebral.
Curiosamente, esta respuesta fue mucho más pronunciada en los ratones que eran socialmente dominantes, lo que indica que el efecto no es simplemente causado por la eliminación de ciertos estímulos (estar acompañado, básicamente), sino que está muy influenciado por la naturaleza de la vida social de un individuo.