Los enemigos invisibles que habitan tu hogar
Los rumores acerca de la toxicidad de ciertos cosméticos o productos de limpieza, circulan desde antaño y, sin embargo, la información recibida por el consumidor en cuanto a los peligros de estos productos, es bastante limitada, por no decir nula. Por el contrario, los virus de la gripe, comidas contaminadas y enfermedades contagiosas se han convertido en un tema mediático en los medios a la vez que los anuncios publicitarios nos intentan convencer de que los productos de limpieza antibacterianos (también conocidos como desinfectantes) protegerán nuestros hogares de las temidas infecciones.
Lo que todavía no nos han explicado es que cada vez son más los estudios científicos que respaldan los antiguos rumores acerca del potencial cancerígeno de algunos de estos productos químicos que forman parte de nuestra vida cotidiana, tales como los detergentes, jabones lavaplatos, perfumes, cosméticos, ect.
Como consumidores, tenemos derecho a conocer la naturaleza y efectos nocivos de estos productos y por eso, a continuación, te citamos los principales componentes tóxicos de los productos que habitualmente habitan en nuestra casa, así como los peligros que representan para nuestra salud.
Triclosán, Triclocarbán y chlorhexidine
Se encuentran en: Jabones, dentífricos, desodorantes, espuma de afeitar y otros productos de higiene personal.
Su uso responde a sus propiedades antibacterianas aunque no se ha demostrado que sean más efectivos matando bacterias que el jabón tradicional. Aun así estudios de biomonitoreo humano han detectado los dos químicos en el cuerpo de cerca de 75% de la población analizada. El Triclosán ha sido también detectado en la leche materna, lo que significa que las mujeres están pasando este químico a sus bebés.
Estudios muestran que el Triclosán y el Triclocarbán podrían tener efectos disruptivos en el sistema endocrino, es decir, que son sustancias hormonalmente activas que, al imitar o alterar el efecto de las hormonas (como la testosterona), pueden enviar mensajes confusos al organismo ocasionando diversas disfunciones.
Por ejemplo, el Triclocarbán parece aumentar la actividad de las hormonas sexuales como la testosterona y estrógeno. Estos efectos podrían tener serias consecuencias en la salud que muchos científicos encuentran preocupantes, pues podrían aumentar el riesgo de tener cáncer de seno.
Ninguno de los dos químicos se descompone fácilmente una vez que se lava de la piel e ingresa en el ambiente; aparecen en todos lados desde ríos y campos hasta en la leche materna, sangre y orina. Y es que parte de estos químicos sobreviven en el proceso de tratamiento de aguas residuales.
Se ha encontrado Triclosán en 57% de las 139 vías fluviales analizadas a nivel nacional (Estados Unidos). Cuando se expone a la luz solar, el Triclosán en el agua puede convertirse en químicos aún más tóxicos tales como las Dioxinas.
Palabra clave para identificarlos en etiquetas: Triclosan, Triclocarban, Chlorhexidine.
Dioxinas
Se encuentran en: Champús, sprays para cabello, cremas, maquillajes, protectores
solares, toallitas para bebés, dentífricos y otros productos de higiene.
Una exposición a corto plazo a altos niveles de Dioxinas puede resultar en lesiones de la piel y función hepática alterada. Una exposición a largo plazo está asociada a problemas en el sistema inmune, en el desarrollo del sistema nervioso, del sistema endocrino, y daño reproductivo. Exposiciones crónicas de Dioxinas en animales ha resultados en diferentes tipos de cáncer.
Suelen generarse residuos de dioxinas en los procesos industriales de síntesis de emulsionantes derivados del petróleo ( PEG, PPG, Polyehtylene, Ceteareth, ceteth, hydroxypropyl). Las sustancias como las dioxinas no las veremos en las listas de ingredientes de las etiquetas pero suelen estar asociadas a los citados emulsionantes.
Amonio Cuaternario
También llamados «quats», son una familia de químicos con una similar estructura química conocidos por sus propiedades desinfectantes y detergentes.
Se encuentran en: Los Quats se encuentran en productos de limpieza del hogar tales como sprays desinfectantes y limpiadores de retretes. También están en gran número de productos cosméticos.
Se usan como conservantes, surfactantes, acondicionadores y germicidas. Funcionan al alterar las membranas celulares, haciéndolos efectivos para destruir muchos tipos de bacterias, algunos virus, hongos y algas. Están registrados por el EPA como pesticidas.
Los Quats son poderosos irritantes. Exposiciones de la piel a los Quats pueden provocar dermatitis, y exposiciones por inhalación puede irritar los pulmones. Los vínculos entre problemas respiratorios y los Quats son de especial preocupación. Estudios de granjeros que usaban regularmente desinfectantes que contenían ciertos Quats demostraron que dichas exposiciones causaban mayores índices de problemas respiratorios crónicos y una función pulmonar disminuida.
Estudios recientes también sugieren que cierta exposición a Quats podría tener efectos negativos en la salud reproductiva. Un estudio encontró que cuando se usaba un desinfectante que contenían Quats para limpiar las jaulas de los ratones, la fertilidad de estos ratones disminuía significativamente, y los defectos de nacimiento aumentaban.
Palabra clave para identificarlos en etiquetas: Benzalkonium, Cetrimonium, Quaternium, Polyquaternium, Estearamidopropil Dimetilamina, Hydroxy-Propyltrimonium Chloride.
Ftalatos
Se encuentran en: En multitud de plásticos, pintauñas y pintalabios. También se utilizan en las fragancias sintéticas que se encuentran en los ambientadores, perfumes, velas aromáticas, cosméticos, detergentes y productos de limpieza.
Tienen efectos como disruptor hormonal, afectan al sistema reproductor (causan malformaciones genitales en bebés varones) e incrementan el riesgo de padecer cáncer de mama.
Un estudio reciente encontró que las mujeres que trabajan en las industrias del plástico y enlatado de alimentos tuvieron un aumento de cinco veces en el cáncer de mama antes de la menopausia ¿La conclusión? La exposición de disruptores endocrinos, como los ftalatos, bisfenol-A y parabenos es un factor decisivo en la incidencia de cáncer de mama.
Palabra clave para identificarlos en etiquetas: Diethyl Phthalate, Dimethyl Phthalate. El problema es que muchas veces no están indicados con estos nombres en el listado de ingredientes porque están incluidos dentro de la palabra “fragance” o “perfum” (ojo, que no es igual que estas palabras en cosmética ecológica certificada, donde el aroma viene dado por aceites esenciales).
El Bisfenol A
Se encuentra en: Todo tipo de plásticos policarbonatos, latas de alimentos o bebidas, recibos de compras o extractos bancarios, CDs, incluso biberones.
El Bisfenol A también conocido como BPA, es una sustancia tóxica contaminante que, según una gran cantidad de estudios científicos, puede causar efectos sobre el equilibrio hormonal a niveles muy bajos de concentración. Incrementa el riesgo de contraer cáncer de mama en la edad adulta, ya que actúa como disruptor endocrino. Afecta además al desarrollo cerebral y al aparato reproductor masculino (reduce la cantidad de espermatozoides). Todas las vías a través de las cuales esta sustancia tóxica llega a nuestro cuerpo, la alimentación es la más importante.
Ya en 2011, y ante la acumulación de evidencia científica, la Unión Europea decidió eliminar el bisfenol A de los biberones infantiles, ya que los niños, y también las embarazadas, son especialmente vulnerables a este tóxico.
El pasado 12 de octubre en Francia, la Asamblea Nacional aprobó por unanimidad la prohibición del uso del bisfenol A en los envases contenedores de alimentos.
También en Canadá han prohibido cualquier material de contacto con alimentos entre cuyos componentes se encuentre el bisfenol A.
Ahora la fundaciones como la Fundación Vivo Sano han lanzado campañas para pedir que España prohíba de forma urgente este compuesto en materiales en contacto con alimentos y bebidas.
Palabra clave para identificarlos en etiquetas: BPA
Los parabenos
Se encuentran en: Ampliamente utilizados en la industria cosmética. Es muy común en cremas desodorantes, maquillaje, capilares, afeitado e higiene del bebé.
Se utilizan como conservantes ya que tienen propiedades antibióticas (contra hongos, levaduras y microorganismos).
Los parabenos pueden ser absorbidos por la piel y se han relacionado con la incidencia de cáncer de mama. Un estudio realizado en mujeres con cáncer de mama encontró parabenos en el 99% de las muestras de tejido mamario. El 60% de las muestras contenían al menos cinco parabenos. En desodorantes es especialmente importante evitarlos, por la cercanía de las glándulas mamarias.
Palabra clave para identificarlos en etiquetas: Methylparaben, Ethylparaben, Butylparaben, Propylparaben.
Tolueno
Se encuentra en: Quitaesmalte y esmalte de uñas
Se usa como disolvente. Irritan ojos, garganta y pulmones. Puede provocar fatiga, dolores de cabeza y náuseas. Deben evitarlo las mujeres embarazadas por el riesgo que supone para el feto.
Palabra clave para identificarlo en etiquetas: Toluene.
Bronopol
Se encuentra en: Toallitas para bebé, acondicionadores y geles de baño.
Se usa como conservante. Es tóxico para el sistema inmunológico y actúa como disruptor endocrino. Se degrada formando formaldehido y nitrosaminas (ambos cancerígenos)
Palabra clave para identificarlo en etiquetas: 2-Bromo-2-Nitropropane-2,3-Diol.
Derivados del aluminio
Se encuentran en: Desodorantes, la pasta de dientes, sprays nasales, filtros de tabaco, dentaduras, empastes y pesticidas.
Las sales sintéticas de Aluminio pueden provocar trastornos cutáneos como eccemas y además actúan como disruptores endocrinos. El cáncer de mama ha sido asociado con estas sales en numerosos estudios.
Además según un estudio de University of Vermont College of Medicine, la acumulación de aluminio puede favorecer la proliferación de enfermedades degenerativas del sistema nervioso como el alzheimer. Según esta investigación llevada a cabo por el neuropatólogo Dr. Daniel Perl, las fibras nerviosas en los cerebros de las personas que sufren Alzheimer, contienen una cantidad inusualmente alta de aluminio.
Algunas palabras clave para identificarlos en etiquetas (en las formas en las que es peligroso): Aluminium Chloride, Aluminium Chlorhydrate, Aluminium Chlorohydrex, Aluminium Chlorohydrex PG, Aluminium Fluoride, Aluminium Sesquichlorohydrate, Aluminium Zirconium Trichlorohydrex GLY.
Los productos químicos detallados solo son una pequeña parte de la gran cantidad de enemigos tóxicos que generalmente habitan en nuestros hogares y centros de trabajo. Obviamente no vamos a contraer cáncer por usar estos productos esporádicamente, pero su uso reiterado sí que aumenta la probabilidad de desarrollarlo.
Debido a que el gobierno y la industria son muy lentos para tomar medidas para prohibir ciertas sustancias tóxicas, corresponde a los consumidores intentar reducir la exposición a ellas y evitar así sus efectos nocivos. Y solo estando bien informados y concienciados, podremos evitar la exposición prolongada y reiterada como estrategia de prevención contra el cáncer.