La naturaleza no deja de sorprendernos. Somos capaces de llegar a los confines de nuestro Sistema Solar, y sin embargo desconocemos la gran mayoría de los increíbles animales que habitan en las profundidades (y a veces no tan profundidades, como este caso) de nuestros océanos, pudiendo aprender y descubrir cosas increíbles de muchos de ellos.
Los zafiros de mar, del género Sapphirina, son copépodos (o lo que es lo mismo, un grupo de crustácos maxilópodos de pequeño tamaño y muy extendidos por todo el planeta) que viven en agua dulce o salada. Su tamaño les hace prácticamente invisibles a ojos humanos, ya que mide tan sólo unos pocos milímetros.
Como comentamos, es difícil detectarlo dado a su reducido tamaño. Pero cuando podemos visualizarlo, es uno de los mayores regalos de la naturaleza. Se nos presenta con un bonito tono azulado; y cuando se reúnen con otros compañeros de su especie, lo hacen en cantidades inmensas, dándole al océano una brillantez azulada. Pero lejos de su color, lo que nos sorprende del zafiro de mar es su ausencia de color. Sí, este animal es capaz de volverse invisible.
Cabe recalcar que sólo los machos son así de bellos, ya que las hembras parasitan a las salpas, un grupo de tunicados.
El truco de los zafiro de mar está en las placas de su superficie. Éstas están separadas a una distancia la cual la longitud de onda de la luz azul hace que se refleje, mientras que el resto de colores desaparece por interferencia. Estos animales combinan esta propiedad junto con un cuerpo transparente, de ahí la variedad de color a ‘no color’.
