Cuando hablamos de energía solar, hemos sabido durante mucho tiempo que los paneles deben ser colocados en zonas con tanto acceso a la luz solar como sea posible, para que así puedan absorber el máximo de energía. Pero incluso entonces, las nubes o el mal tiempo pueden interrumpir la producción de energía.
Pero ahora, los científicos del Laboratorio Japonés-Francés de células fotovoltaicas de nueva generación están desarrollando una manera de resolver el problema: mediante la colocación de paneles solares encima de las nubes.
«Ahí arriba se obtiene mucha más luz, y esta idea tiene un potencial increíble. Cuando la maduremos, producir esta energía sería menos costosa incluso que el carbón», afirma Jean-François Guillemoles, co-director del laboratorio, en declaraciones al Huffington Post.
El sistema funcionaría de la siguiente manera: durante el día el globo absorbería la energía solar; parte de esta energía iría directamente para su uso, y otra parte iría a una pila situada en el propio globo, que, en un pequeño depósito de agua, mediante la electrólisis separa el gas de hidrógeno y el oxigeno. Este hidrógeno se almacenaría en el globo, y el oxígeno sería expulsado. Por la noche, la batería situada en el globo utilizará el hidrógeno almacenado durante el día a la vez que va absorbiendo oxígeno, para crear una reacción que producirá electricidad para ser consumida, a la vez que rellena el depósito de agua para ser utilizado al día siguiente. Los investigadores están pensando en la forma de utilizar polímeros ligeros para poder hacer el recubrimiento con paneles solares y el modo de equiparlos con generadores. Los globos serán atados a los postes eléctricos transmitiendo la electricidad directamente y de manera instantánea.
La idea sería colocar los globos a una altura superior a los seis kilómetros, manteniéndose en una posición elevada pero por debajo de las rutas de los aviones, ya que en estas alturas la luz del sol es, aproximadamente, cinco veces más abundante que la que se puede obtener a ras de suelo.
