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principios de este año, salió a la luz un estudio que nos mostraba como personas nacidas en el mismo año, envejecían de forma diferente. La prueba consistía en reunir a 1.000 personas para controlarlas en las mismas edades (26, 32 y 38 años) y comparar sus aptitudes mentales, el estado de sus órganos y su metabolismo. Mientras que muchos de ellos se aproximaban a su edad real, hubieron algunos picos que mostraban que hay personas que envejecen mejor y peor: una chica, a la hora de finalizar el experimento y teniendo 38 años, tenía una edad biológica de 28, mientras que un hombre presentaba un estado como el que lo tendría un hombre de 61 años. Gran parte del envejecimiento prematuro tenía su origen en los malos hábitos (como el tabaquismo o el alcoholismo), una dieta desequilibrada y una vida sedentaria.
Ahora, un nuevo grupo de científicos afirma haber desarrollado una forma de saber lo bien que estás envejeciendo y hacer saber a los profesionales de la salud cómo ayudarte para alargar y mejorar tu vida. Según los investigadores, han encontrado una «firma genética» en la sangre que nos muestra si una persona está envejeciendo acorde a su edad. Investigaron la actividad de 54.000 genes de personas entre 25 a 65 años de edad y descubrieron que 150 de esos genes eran claramente distinguibles entre las personas mayores y las jóvenes, y que también predicen el riesgo de deterioro cognitivo.
Además, esta «firma genética» se utilizó para desarrollar lo que los investigadores han nombrado «puntuación genética saludable», que se utiliza para compararlos entre individuos y mostrar que una puntuación mayor está relacionado con una mayor salud.
Según James Timmons, quien dirigió el estudio, «nuestro descubrimiento ofrece la primera «firma genética» de la edad biológica de los seres humanos y saber cómo envejecemos. Esto ayuda a descubrir las personas más propensas a producir patologías como el alzheimer, el cáncer o infartos de corazón».
