La falta de tiempo y las prisas para llegar de un lugar a otro, son problemas comunes en las ciudades. Sumados a la irresponsabilidad o simplemente impaciencia, hacen de estos ingredientes casi suicidas la receta perfecta para accidentes, muchas veces fatales, en un cruce con semáforo.
Los peatones apurados o desatentos, no siempre respetan la señal de no cruzar del semáforo. La cifra de fallecimientos por este motivo es del 20%.
Por ello, un creativo y divertido experimento se realizó en la ciudad de Lisboa, Portugal, en el 2014: Los semáforos que bailan. Pero para sorpresa de los peatones, no son los semáforos en sí los que bailan.
La iniciativa de la empresa Smart, fabricante de automóviles de uso suburbano, consistió en programar algunos semáforos de la ciudad de modo que el muñeco rojo estático que acostumbramos ver, se pusiera a bailar al ritmo de una samba u otro tipo de música similar.
En realidad, desde una cabina cercana montada para el efecto y adonde cualquier transeúnte podía entrar y bailar, se da la representación en baja resolución de esos movimientos, al muñeco del semáforo.
La idea esta basada en captar la atención y entretener durante la espera, dando para el efecto, un momento de diversión con baile y música.
El resultado muy positivo, logrando que el 80 % de los peatones se detuviera y esperara la señal verde. Buen intento de crear conciencia vial y peatonal; sería un método, divertido y creativo para reducir los accidentes de este tipo.
