Con más de 16.000 especies animales en constante crecimiento y actividad, el mundo marino constituye una inagotable fuente de recursos. Ante tanta actividad y en ese territorio de agua que ocupa un 71% de nuestro planeta, no podía faltar un sitio donde también algunos exponentes de la fauna marina puedan encontrar relax y placer. Y sí, existen; los llamados peces limpiadores tienen a su cargo los «Salones de belleza para peces» o lugares de limpieza que se ubican en los arrecifes, en sitios concretos. De ese modo los clientes saben como encontrarlos fácilmente.
Hay varios grupos de peces que realizan este trabajo y algunos de ellos son los Dimidiatus, Labridae, Cichlidae, Siluriformes (entre otros) y su hábitat son las aguas saladas. Los clientes (así se los llama en el mundo animal marino) son peces de mayores dimensiones como la Manta Birostris o Manta Raya Oceánica Gigante; Gymnothorax o Morena Leopardo
Los lugares de limpieza son sagrados y allí los peces limpiadores, que son de tamaño pequeño, no corren peligro de ser atacados. Los clientes son conscientes de los beneficios que pueden obtener; además el limpiador se asegura de ser aprobado realizando una danza muy peculiar.
Generalmente el cliente hará unos movimientos con su cuerpo para indicar donde debe recibir el servicio, que consiste en limpiar, desparasitar, liberándolos de crustaceos, mucus, tejido muerto o tejido enfermo de la piel, que se convierten en parásitos de estos peces y podrían llegar a enfermarlos. Lo realizan en la superficie externa del cuerpo, en la boca y en las branquias.
El servicio viene con un regalo especial, recibir un masaje estimulante. ¿Como se paga? que loco pensar en pagos entre peces; pero sí, los limpiadores se alimentan con estos restos y quedan muy satisfechos con la retribución. Una simbiosis perfecta y llamativa.
La idea no podía pasar desapercibida por quienes ofrecen servicios de belleza exóticos y ya existen diversos lugares donde se realiza la ictioterapia que esencialmente es un tratamiento donde pequeños peces (Garra rufa), se comen los tejidos muertos de la piel, permitiendo la regeneración de células y la curación mas rápida de heridas, además de proporcionar un micro masaje muy placentero. La diferencia es que los peces limpiadores en este caso son de aguas dulces.
