Ya es posible ajustar la coloración de tus ventanas
Actualmente ya existen ventanas capaces de ajustar la transparencia o grado de opacidad del cristal. Pero la tecnología del control electrónico está dispuesta a ir mucho más allá y ha hecho posible la adopción y ajuste del tintado de los cristales de las ventanas, un avance increíble que ni las persianas inteligentes han logrado. El nuevo desarrollo se trata de una tecnología que permite crear una coloración variable para ventanas en las cuales el brillo, la temperatura, el color y el grado de opacidad son ajustables por parte del usuario, adaptándose dinámicamente a sus preferencias.
La nueva tecnología es obra de especialistas de la Universidad de Cincinnati en Ohio, Estados Unidos, y las empresas Hewlett Packard y EMD / Merck Research Labs.
Un aspecto importante del nuevo sistema desarrollado por el equipo de la investigadora Sayantika Mukherjee es que la estructura que hace posible estas “ventanas inteligentes” es muy sencilla de fabricar, permitiendo que sean asequibles para negocios y hogares. Puede ser integrada en nuevas ventanas o incluso aplicada fácilmente a ventanas ya existentes, mediante un recubrimiento continuo que consiste esencialmente en un delgadísimo panel de electrodos.
Tal como argumenta Jason Heikenfeld, del equipo de investigación y desarrollo, una simple conmutación electrónica equivalente a subir o bajar la persiana tradicional, no es suficiente. «Es necesario proporcionar a los clientes algo que no podamos hacer mecánicamente, y para lo cual ya haya una gran demanda.»
Por ejemplo, ya hay una demostrada demanda para el control de la temperatura de color en el mercado de bombillas, y después de todo, las ventanas son una fuente de iluminación. Otra cuestión mejorable es la de la privacidad; subir o bajar la persiana es la única elección que permiten las ventanas típicas, y escoger una u otra opción inevitablemente influye en la luz recibida del exterior.
Gracias al nuevo sistema, las ventanas podrían hacerse lechosas para que nadie pudiese ver hacia el interior, pero aún permitir que pase el 90 por ciento (o más) de la luz disponible. O un cambio de configuración podría reducir la luz entrante o cambiar su color a lo largo del espectro, de una tonalidad azulada (fría) a una amarillenta (cálida).