Históricamente la ciencia psicológica ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo en estudiar los aspectos patológicos y negativos del ser humano, tales como la ansiedad, el estrés, la depresión… olvidando el estudio de aquellos aspectos más positivos, como la creatividad, la sabiduría, el humor…
Tal y como demuestran numerosos estudios de rigor científico, el sentido del humor es una reacción única del ser humano; en cambio la risa no es exclusiva de nuestra especie; algunos primates o las ratas, por ejemplo, también son capaces de reír. La risa, un gesto innato que significa alegría y felicidad en todas las culturas, es una de las sensaciones más placenteras que experimentamos… Pero, ¿Cual es su función a nivel biológico?
Cuando la risa es verdadera, puede ser muy beneficiosa para nuestra salud. Desde el punto de vista mental, reduce el estrés, el miedo y la ansiedad y potencia las relaciones sociales, contribuye a disminuir la ira, eleva el estado de ánimo y, en general, fomenta el bienestar psicológico: cuando nos reímos liberamos endorfinas (las hormonas de la felicidad)
También tiene beneficios desde el punto de vista físico, ya que reír estimula el sistema inmune, incrementa el umbral del dolor, acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro (equivale a un ejercicio aeróbico), disminuye el colesterol y la glucosa en sangre y favorece la digestión al aumentar las contracciones de los músculos abdominales. Algunos estudios científicos han concluido que las personas risueñas tienen un 40% menos de problemas vasculares y que viven 4 años y medio más de media.
Así que sobran motivos para reír. Comenzando el día con una sonrisa frente al espejo, además de los beneficios mencionados, mejoraremos nuestro aspecto, a cualquier edad y gratuitamente. Es una práctica sencilla: sonreírnos a nosotros mismos, salir de casa con la sonrisa puesta hará que desde el primer momento las personas de nuestro alrededor perciban que nuestro estado de ánimo es amable, por lo tanto, es más probable que nos traten de un modo más agradable y esto, a su vez, nos ara estar más alegres y con ello, sonreír más. Es un círculo vicioso, pero a diferencia de la mayoría de vicios, este es excepcionalmente positivo y saludable.
