Probablemente, la Venecia de África, es uno de los suburbios más decadentes de todo Nigeria. Hablamos de Makoko, un asentamiento urbano de un kilómetro cuadrado construido de forma ilegal, cuyas viviendas están completamente rodeadas de aguas ennegrecidas no aptas para la pesca. Sus habitantes, trabajadores inmigrantes procedentes de todas las partes de África Occidental, viven en la pobreza extrema, en condiciones que rozan la inmundicia. A pesar de que no existen registros oficiales del censo, se estima que actualmente residen entre 150.000 y 250.000 personas. Makoko significa “Pueblo de pescadores” y está situado en la laguna de Lagos, una de las ciudades más grandes y pobladas del continente.
Las edificaciones de Makoko se sitúan encima del agua y constituyen una enorme barriada de chabolas elevadas sobre pilares de madera y envueltas en un insoportable olor a miseria, orina y tripas de pescado. Cada vivienda suele acoger entre seis y diez personas. Precarias y frágiles como la vida de sus habitantes, las casas de Makoko sufren el cambio climático, las inundaciones y las intensas precipitaciones características de África occidental que amenazan sus estructuras.
A pesar de que Nigeria es el octavo productor mundial de crudo, Makoko, nunca ha recibido un sólo centimo de la riqueza generada por el petroleo. Los residentes de Makoko carecen de acceso a las infraestructuras básicas como el agua potable, electricidad y la eliminación de residuos. Poseen letrinas comunales que son compartidas por unos 15 hogares. Todas las aguas residuales, excrementos y bolsas de polietileno van a parar al agua de la laguna. Ello explica el fétido olor que despiden las aguas y es la causa por la que sus habitantes están continuamente expuestos a problemas de salud.
Las familias de Makoko viven principalmente de la pesca y la recolección de madera. El medio de transporte más común son estas inestables y angostas canoas, que además son utilizadas para la pesca y como puntos de venta, donde las mujeres venden alimentos, agua potable y artículos para el hogar.
El aumento de la criminalidad, sobretodo en la población más joven, es uno de los problemas sociales más preocupantes de la zona.
Makoko cuenta desde hace un año con la que podría ser la primera escuela flotante del mundo. Para hacer frente a las inundaciones, el estudio de arquitectura y urbanismo NLÉ, con sede en Amsterdam (Países Bajos) y Lagos, y especializado en proyectos innovadores adaptados a las ciudades de países en desarrollo, diseñó una escuela de madera y bambú que flota sobre una plataforma de barriles de plástico reciclados.
Sin embargo, a Makoko no le queda mucho tiempo. El Gobierno de Nigeria, tiene en marcha un proyecto de reurbanización de la zona, situada junto a la isla Victoria, la parte más exclusiva de la ciudad y pretende desalojar, incluso por la fuerza, a sus residentes, en un proceso de desmantelamiento de Makoko iniciado en 2012.
