Como todos sabemos durante la niñez crecemos muy rápido y con ello, nuestra talla de zapatos. Cuando una camiseta es una talla menor que la nuestra, como mucho, nos va un poco estrecha, en cambio una talla menos de zapatos supone un auténtico suplicio para nuestros pies. El problema es que son muchos los niños que no pueden permitirse unos zapatos nuevos cada vez que a su pie le da por crecer un poco… por ello, Kenton Lee, ha inventado The Shoe That Grows o lo que es lo mismo, El Calzado Que Crece, un invento que puede cambiar la vida de millones de personas.
Los niños de países subdesarrollados, al no crecer en ambientes con el saneamiento adecuado ni disponer de calzado, tienen más posibilidades de hacerse heridas e infectarse con parásitos que habitan generalmente en el suelo (de hecho en estos países, contraen muchas enfermedades causadas por parásitos del suelo); lo que representa no solo un problema de comodidad, también de salud. Por ello, existen las donaciones ordinarias de calzado pero muchas veces, este calzado pronto deja de ser útil debido al rápido crecimiento del pie.
El Calzado Que Crece, son un tipo de sandalias que pueden ajustar su tamaño. De esta manera los niños de países en vías de desarrollo podrían crecer sin tener que ir descalzos. Los zapatos se distribuyen en tamaño grande y pequeño, pueden crecer hasta 5 tallas y durar al menos, 5 años. El sistema es bastante sencillo, y se basa en la flexibilidad del diseño que permite por una parte, llevar el calzado de forma muy compacta y por otra, ir adaptando la longitud de la planta a las necesidades personales.
Según Kenton Lee “hay más de 300 millones de niños en el mundo que no tienen zapatos. E incontables más con zapatos que no son de su talla.”
Aunque puedes comprarte un par para ti, el objetivo real es que la gente los compre para los que realmente los necesitan. La web donde se venden permite comprar paquetes al por mayor y mandarlos a los países en vías de desarrollo.
