El síndrome de la bella durmiente: vivir en un sueño
El síndrome de Kleine-Levin, también denominado el síndrome de la bella durmiente, es una enfermedad mental poco habitual caracterizada por periodos prolongados de sueño de más 18 horas diarias (hipersomnia). El afectado puede llegar a dormir, sin interrupción, desde días hasta semanas. Tan extraña como devastadora, ésta enfermedad puede durar semanas, meses o incluso años y su origen es totalmente desconocido. Por lo general, se presenta en varones adolescentes y ocasionalmente en mujeres.
Quienes sufren el síndrome de la bella durmiente pasan la mayor parte de su tiempo durmiendo y acaban perdiendo gran parte de sus habilidades sociales. También padecen un importante deterioro laboral y emocional, al ser incapaces de llevar a cabo sus actividades diarias. Otros síntomas incluyen alimentarse de forma compulsiva (puesto que en sus periodos de sueño prácticamente no comen), desorientación (tanto en el tiempo como en el espacio), conducta agresiva, hipersexualidad, deterioro de las capacidades mentales e, incluso, alucinaciones. En resumen, nada que ver con el cuento de hadas que da su nombre común al trastorno.
Su vida es una especie de ensueño donde son incapaces de diferenciar lo que es real de lo que no… y sufren pérdidas de memoria de corto a largo plazo. Muchas personas, una vez curadas son incapaces de recordar lo que hicieron durante los meses o años que sufrieron el síndrome, por lo que, durante ese tiempo de afección, al vivir desconectados, no maduran. Si por ejemplo sufren esta enfermedad a los 14 años y se curan a los 24, serán adultos y todavía no habrán desarrollado su personalidad, y sus capacidades cognitivas serán las de un adolescente de 14 años.
Todavía no existe una cura efectiva para todos los afectados con este síndrome. Las personas simplemente, sin saber porque, dejan de tener exceso de sueño. Sin embargo, hay varias personas que han respondido bien a la terapia con sales de litio, además del apoyo psicológico, para poder lidiar con las consecuencias psicológicas de sus crisis de sueño.
El carbonato de litio está, a día de hoy, ofreciendo buenos resultados para “mantener despierta” a la persona, aunque lamentablemente solo ha sido efectivo en un 20% de los casos (y todavía hay posibilidad de recaídas).