El pueblo surgido de una erupción volcánica: Kandovan
Kandovan es un antiguo pueblo escondido en un valle pintoresco de la esquina noroeste de Irán, en las faldas del Monte Sahand. Sus hogares, vistos desde lejos, parecen colmenas surgidas de entre las montañas: Conos naturales que podrían ser la obra de un escultor, esparcidos en una amplia zona, sirven como viviendas a sus habitantes. El origen de estas formaciones rocosas reside en el Monte Sahand, un volcán que explosionó con mucha fuerza arrojando escombros y ceniza volcánica que se fueron endureciendo durante miles de años.
La mayoría de las casas cueva están orientadas al sur para aprovechar la luz del sol durante el día y tienen de dos a cuatro pisos de altura. En una típica casa de cuatro pisos, la planta baja o primera se utiliza como refugio para los animales, las próximas dos plantas se utilizan como sala de estar y la planta superior se para el almacenamiento. Además de la propia capacidad de aislamiento térmico de la roca, tienen un sistema de circulación de aire que mantiene los hogares frescos en verano y calientes en invierno. Los interiores, decorados con alfombras y tapices, son humildes, pero tienen mucho encanto.
Las casas son conocidas como karan en el dialecto local. La palabra Kandovan es interpretada como el plural de Kandou, que significa colmena. Otra interpretación entiende que Kandovan significa «tierra de talladores desconocidos».
Los primeros habitantes de Kandovan se mudaron allí en el siglo 13 para escapar del ejército invasor mongol. Excavaron refugios provisionales en las rocas volcánicas pero al finalizar el peligro, decidieron instalarse permanentemente y transformaron poco a poco, sus escondites viviendas permanentes de varios pisos, con cocinas, dormitorios, almacenes… Desde entonces, sus descendientes han continuado viviendo en esas mismas casas a lo largo de generaciones.
La formación de conos de ceniza volcánica es único en Kandovan. En otros lugares, la ceniza cubrió la tierra con la inercia habitual, allanando el terreno. La existencia de un gran volumen de ceniza y piedra pómez tan lejos del cráter de Sahand indica que, en un pasado muy lejano, el Monte Sahand estalló con una fuerza descomunal.
La roca de Sahand es aproximadamente de un millón de años y, se cree, que la última erupción del volcán Sahand tendría lugar en la periodo del Holoceno, en los últimos 11.000 años. Hoy en día, para la suerte de sus habitantes, el Monte Sahand es un volcán inactivo.
Esta maravilla geológica está situada en un valle verde y pintoresco donde las plantas silvestres y las aguas de manantial tienen fama de tener propiedades curativas. Las aguas de manantial, que se utilizan tradicionalmente para curar problemas renales, atraen a muchas personas de pueblos de los alrededores y más allá. Un río procedente de las cumbres Sahand, alimenta los manantiales y suministra agua para los cultivos y los animales.
Los habitantes de Kandovan ocupan sus días con la agricultura y la cría de ovejas, pero su principal fuente de ingresos procede del turismo. El encanto de esta aldea, el maravilloso paisaje que la envuelve y sus manantiales, la han convertido en un destino popular entre los visitantes.