Nishinoshima, la isla japonesa que crece de tamaño
Nishinoshima es el nombre de una pequeña isla japonesa situada en el Océano Pacífico, a unos mil kilómetros de Tokio, que tiene una extraña cualidad: Está aumentando su tamaño a un ritmo preocupantemente rápido. El origen de este aumento reside en un volcán activo que lleva escupiendo lava desde el noviembre del 2013. Así que, a medida que la lava se ha ido solidificando, ha ido formando una nueva masa de tierra en la isla, hasta alcanzar un tamaño 8 veces superior al que tenía originalmente. Y continúa extendiéndose según las últimas observaciones efectuadas desde helicóptero.
La primera de ellas provocó que al lado de la isla volcánica surgiera otro islote formado por el material volcánico que, originalmente, fue bautizado como Nijijima. Pero las erupciones posteriores han hecho que los dos bloques de tierra acabaran uniéndose en uno solo. Según los vulcanólogos es muy inusual que un volcán del archipiélago japonés siga expulsando magma seis meses después de la primera erupción.
La nueva Nishinoshima tiene ahora un volumen de 50 millones de metros cúbicos y su punto más alto se encuentra a unos 100 metros sobre el nivel del mar. Las autoridades niponas no descartan que siga creciendo si continúan produciéndose más erupciones. El volcán escupe cada día unos 200.000 metros cúbicos de magma, según las estimaciones de un grupo de científicos de Instituto tokiota de Investigación de Terremotos.
Si se mantiene este ritmo de erupciones durante los próximos meses, alguna de las nuevas ramificaciones de la isla formadas por lava solidificada podría hundirse y generar un tsunami que alcanzaría una isla habitada cercana: la isla de Chichijima, donde viven más de 2.000 habitantes.
Según los expertos la forma ideal para controlar y evitar un desastre natural es la creación de un nuevo sistema de detección de tsunamis y terremotos cerca de la isla, aunque es imposible que alguien pueda aterrizar en la isla en la situación actual.