10 estatuas terroríficas
Mientras la mayoría de escultores buscan la belleza en sus obras, otros buscan impactar al espectador de forma más inquietante:
Manto de la Conciencia
Cloak of Conscience. Anna Chromý.
Esta obra esculpida en una sola pieza de mármol de cuatro metros de alto representa el misterio.
El despertar
The Awakening. J. Seward Johnson.
El gigante atrapado en el suelo que se esfuerza para emerger de las profundidades de la tierra. Fue creada para una exposición temporal en 1980 en Washington DC, pero la ciudad la compró con carácter definitivo.
Bebés
Miminka. David Černý.
Este polémico artista saltó a la fama cuando el Telón de Acero acababa de caer y se le ocurrió pintar un tanque soviético de color rosa. En la isla de Kampa, a la entrada de un museo, hay tres esculturas de bronce de bebés de tres metros de alto sin cara.
Hombre atravesando la pared
Le passe-muraille. Jean Marais.
Esta curiosa escultura está ubicada en París, y es un homenaje a una de las novelas fantásticas de este autor.
Madre Virgen
Virgin Mother. Damien Hirst.
Esta escultura tiene más de 10 metros de alto. El objetivo del artista es hacer reflexionar sobre los embarazos en las chicas muy jóvenes. Se ha expuesto en varios lugares del mundo, como Nueva York, Londres o Mónaco.
Ángel de la muerte victoriosa
Angel of Death Victorious. Herman Matzen
En el cementerio Lake View de Cleveland (Ohio, Estados Unidos) está la tumba de un tal Francis Haserot. Coronándola, un ángel de bronce a tamaño natural. Pero el efecto del tiempo y las frecuentes lluvias han hecho que el metal se desgaste, de forma que parezca que la estatua está permanentemente llorando lágrimas negras.
Aggie Negra
Black Aggie. Edward L.A. Pausch.
Se concibió para la tumba del general Felix Agnus (de ahí su nombre popular) en el cementerio Druid Ridge de Pikesville, en el estado norteamericano de Maryland. Desde su instalación, en 1926, su aspecto sombrío ha dado pie a numerosas leyendas urbanas relacionadas con fantasmas y brujería. Atrajo numerosos visitantes, por lo que la familia, harta del exceso de público, la donó al museo Smithsonian, y éste, a su vez, a la ciudad de Washington, en una de cuyas plazas permanece actualmente.
Troll de Fremont
Fremont Troll. Steve Badanes y otros.
Recibe su nombre del barrio de la ciudad norteamericana de Seattle donde la han instalado debajo de un viaducto. Representa un monstruo que devora coches; de hecho, en su mano izquierda está agarrando un Volkswagen Escarabajo. Es frecuente ver al público, sobre todo a los niños, trepando por ella.
Caballo
Kůň. David Černý.
Otro controvertido trabajo del escultor checo es esta parodia de la histórica estatua del rey Wenceslao, el héroe nacional, que preside la plaza homónima de Praga. Su copia, en la cercana galería Lucerna, representa al soberano subido a un caballo muerto y cabeza abajo.
Anonymus
Miklos Ligeti.
El objetivo de esta obra es homenajear al notario del rey Bela, un personaje real que vivió en el siglo XII del que apenas se saben datos, pero que escribió la crónica de la llegada del pueblo magiar a las llanuras de Panonia (la actual Hungría). Como no se conoce su aspecto, se le representa cubierto con una capucha, lo que le da un aspecto un tanto siniestro. Hay numerosas estatuas suyas por todo el país, pero sin duda la de Budapest es la más impactante.