Hoy en día resulta difícil imaginar un símbolo con connotaciones tan negativas y siniestras como las de la esvástica. Popularizada en todo el mundo por el uso que hicieron de ella los nazis, en la sociedad occidental es interpretada como sinónimo de muerte, destrucción, racismo y totalitarismo. Aunque en realidad el polémico símbolo tiene una larga historia. Se usaba en gran parte de culturas y civilizaciones, al menos 5.000 años antes de que Adolf Hitler diseñara la bandera nazi y siempre tenía un significado positivo, relacionado con la buena suerte, el éxito, la prosperidad o la fortuna.
La palabra “esvástica” proviene del sánscrito (lengua antigua hindú) svastika, que significa “buena fortuna” o “bienestar”. Es un símbolo sagrado para el hinduismo, el budismo, el jainismo y el odinismo. En todas estas tradiciones religiosas (y en muchas otras) sigue teniendo un significado positivo. Es común verla en templos o casas en la India o Indonesia.
El símbolo (no la palabra) de la esvástica es considerado como el más viejo utilizado por la Humanidad. Las primeras y más primitivas Esvásticas que se han encontrado hasta el presente son las de Glozel en Francia, cuyas piezas datan del período Paleolítico.
Su significado mas antiguo está asociado al Simbolismo Solar: La generación de los ciclos universales, de las corrientes de energía. El movimiento solar genera el movimiento de la vida, que representa las fuerzas complementarias y las fases del movimiento, centrífugo y centrípedo, aspirante y repelente, un movimiento que va del centro a la periferia y retorna al centro, el principio y el fin.
En el hinduismo, los cuatro brazos de la esvástica se relacionan con los purushartha, los cuatro objetivos de la vida de los varones, citados en los Dharma Sastra: Dharma (el deber religioso), Artha (la riqueza que permite alcanzar el placer), Kāma (el placer) y Moksha (la liberación del ciclo de reencarnación). También representa las dos formas del universo: Cuando los brazos giran hacia la derecha la esvástica representa la evolución del universo y cuando giran hacia la izquierda lo contrario, la involución del universo.
En el jainismo la esvástica forma parte de su símbolo oficial, el Jain Prateek Chihna. Los brazos están vinculados con los cuatro gati (destinos) que, según esta creencia, puede tener el alma en los sucesivos ciclos de reencarnación: humano, animal, celestial y demoníaaco. También simboliza el estado de quien ha alcanzado el nirvana mediante el entendimiento profundo de la verdadera naturaleza de nuestra existencia.
En el caso del budismo, la esvástica aparece habitualmente representada en el pecho de algunas estatuas de Buda, y por lo general significa “el todo” o “la eternidad”. Además está dibujada en la entrada de templos como símbolo de protección. Antiguamente los brazos de la esvástica se dibujaban girando hacia la derecha, pero actualmente para diferenciarla del icono nazi, se dibujan hacia la izquierda.
Por otra parte, en la cultura céltica la esvástica, que según se cree se remonta a 10000 a.c, se ha usado para representar las cuatro direcciones (N, S, E, O), los cuatro elementos, los cuatro vientos, etcétera. También tiene un simbolismo de tipo funerario, vinculándose con las puertas del nacimiento (brazos dextrógiros) y de la muerte (brazos levógiros). Expresa también la interpenetración de dos ámbitos contrapuestos como los cielos y la tierra. Además es el lugar donde se cruzan los caminos (de los vivos y los muertos, por ejemplo). Todos estos significados, el cielo y la tierra, el nacimiento y la muerte… tienen interpretaciones opuestas, pero en realidad no pueden existir las unas sin las otras.
En la cultura vasca utilizan una variante curvilínea de la esvástica, el lauburu (4 cabezas), que representa un sol en movimiento. El movimiento del sol genera el ciclo sagrado y equilibrado de las cuatro estaciones, las cuatro elementos de la naturaleza o las fuerzas de la naturaleza.
Las cabezas verticales representan la expresividad femenina (perceptual y emocional) o los elementos de fuego y agua. Las cabezas horizontales simbolizan la fuerza masculina (mental y física) o los elementos de tierra y aire. Podemos así hablar de un símbolo pastoril vasco con valores muy similares a los celtas. Actualmente es símbolo de la cultura vasca y se utiliza mucho en ornamentación. Se tallan lauburus en kutxas, armarios, dinteles de puertas, tumbas…
Los nazis creían que los primeros arios de la India fueron el prototipo de los invasores arios, así que decidieron adoptar la esvástica como símbolo de la supremacía blanca. Los indo-arios fueron unos pueblos prehistóricos que dominaban Asia Central y Europa del Éste hace entre 4000 y 2000 años, y hablaban lenguas indoeuropeas. Procedían de la Asia central, por lo que se cree que la raza aria no estaba caracterizada precisamente por una piel blanca y un pelo rubio.
En cualquier caso, el diseño de la esvástica nazi (en color negro, dentro de un círculo blanco sobre fondo rojo) fue obra del propio Adolf Hitler tras recibir las sugerencias de decenas de correligionarios.
Bastó apenas un cuarto de siglo (tiempo durante el cual los nazis hicieron uso de la cruz gamada, entre 1920 y 1945) para cambiar de forma radical la percepción sobre un símbolo que, durante miles de años, había sido interpretado de forma positiva.
