¿Por qué las mujeres son más frioleras?
A pesar de que en la sensación de frío influyen factores como la edad, la dieta, el estado físico, y la actividad de la persona es sabido que, generalmente, las mujeres son más frioleras que los hombres. Sin embargo, aunque parezca irónico, las mujeres están fisiológicamente mejor adaptadas a las bajas temperaturas, pues la sensación de frío responde a un mecanismo fisiológico del sistema circulatorio encaminado a mantener la temperatura corporal estable.
El sistema circulatorio de las mujeres posee leves diferencias con respecto al de los hombres. El organismo, independientemente de su sexo, tiene la capacidad de reducir el diámetro de los vasos sanguíneos más cercanos a la piel. Esta capacidad permite, entre otras cosas, reducir el flujo sanguíneo hacia la piel y a su vez, evita la pérdida de calor por radiación y convección a través de esta cuando el ambiente es frío.
La diferencia entre los dos sexos radica en que las mujeres suelen contraer los vasos sanguíneos a temperaturas más elevadas que los hombres. Así que cuando bajan las temperaturas, las mujeres reducen el flujo sanguíneo hacia la piel antes, por lo que esta se enfría más rápido. Dado que los receptores sensoriales del frío están en la piel, las mujeres perciben el frío a temperaturas más altas que los hombres.
Además en las mujeres la sangre tiende a concentrarse en el torso (donde se encuentran pulmones, corazón..) y en la cabeza, mientras que en las extremidades el flujo sanguíneo es menor. Esta distribución de la sangre es un mecanismo de supervivencia que permite concentrar el calor en los órganos vitales. La parte negativa de esta adaptación es que las extremidades se enfrían antes, lo que contribuye a que la percepción del frío sea mayor.
Otro factor importante es la grasa subcutánea, que ayuda a mantener la temperatura interna, pero un material aislante actúa en ambos sentidos, mantiene el calor en el interior del cuerpo y reduce la cantidad del mismo que llega a la piel. Así que, dado que las mujeres tienen mayor cantidad grasa debajo la piel, su temperatura cutánea suele ser menor y, por lo tanto, la sensación de frío mayor.