Casuario de ceram: el ave más temible del planeta
La isla de Nueva Guinea y algunas zonas de Australia albergan un ave que llama la atención por su aspecto similar a un dinosaurio y su imparable fuerza: casuario de ceram o Casuarius casuarius, el ave más feroz del planeta.
Preferentemente habita en sitios elevados, en el interior de la selva tropical lluviosa. Sus fuertes patas y sus afiladas garras son capaces de infringir lesiones mortales a un hombre adulto. Son su mejor defensa. Este animal posee dos dedos interiores que son más largos y puntiagudos que utiliza para rasgar como si fueran cuchillos. Su plumaje negro está formado por plumas ásperas, algunas de ellas terminan en pelos como filamentos.
Estas aves son incapaces de volar pero son muy veloces, alcanzan una velocidad de hasta los 50 km/h y pueden llegar a saltar hasta un metro y medio. Además, son buenas nadadoras. Su tamaño también adquiere dimensiones importantes: pueden medir hasta dos metros de altura (las hembras son mas grandes que los machos) y pesar 80 kilos, lo que las convierte en las aves más pesadas después del avestruz.
El casuario es un ave solitaria, territorial y difícil de observar, ya que habita en selvas densas e impenetrables. Lo más llamativo de esta especie es el casquete corneo triangular que luce sobre la cabeza, formado por cartílagos calcificados unidos al cráneo y que utilizan para romper los obstáculos que se encuentran a su paso o incluso, golpear a sus enemigos. En la época de reproducción, las hembras ponen sus huevos en nidos hechos por lechos de hojas en el suelo boscoso y son los machos los que incuban los huevos y cuidan a las crías (durante nueve meses). Estos nidos están a veces compuestos de huevos fecundados por varios machos diferentes, con lo que se amplía la variabilidad genética de la prole, incrementado así la posibilidad de sobrevivir de los polluelos.
El Casuario de Ceram está en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat, el cual se estima que se ha reducido hasta solo quedar un 25% de su extensión original. Otra causa de muerte constante de individuos de casuarios son las colisiones con los vehículos en las carreteras, que atropellan decenas de estas aves cada año, y en menor medida la caza y las enfermedades.