Si pierdes el olfato tienes muchas posibilidades de morir en los próximos cinco años
Un estudio publicado en la revista Plos One asegura que perder el olfato predice la muerte en menos de cinco años y que el olfato es una especie de medidor de la salud general del cuerpo.
En él participaron más de 3.000 personas, todas ellas de entre los 57 y los 85 años de edad, y que pertenecen al National Social Life, Health, and Aging Project (NSHAP), un enorme estudio longitudinal que se lleva a cabo en Estados Unidos para encontrar factores de bienestar o problemas asociados a la vejez.
En 2005, los autores del trabajo pidieron a los sujetos que identificaran cinco olores: a rosa, a pescado, a naranja, a cuero y a menta. Por cada fallo que cometían, se les otorgaba una puntuación y así se podía saber si su sentido del olfato había desparecido o estaba fallando.
Cinco años más tarde, los investigadores pidieron al mismo grupo de ancianos que hicieran la misma prueba. Pero descubrieron que en el tiempo que había transcurrido, un gran número de participantes habían fallecido. En concreto, 430. De ellos, el 39% había fracasado en el primer test, el 19% habían fallado de forma moderada (uno o dos olores) y solo un 10% de los muertos había superado por completo la prueba en 2005.
La conclusión de este trabajo es que las personas que no superaron la prueba tuvieron una tasa de mortalidad cuatro veces más alta que los que la realizaron con éxito. Incluso una ligera pérdida del olfato aumenta las posibilidades de morir en los próximos cinco años. Y no solo eso. La pérdida de este sentido predijo mejor la muerte en el grupo estudiado que otros problemas como el cáncer, la insuficiencia cardiaca o la enfermedad pulmonar.
Los autores del estudio aseguran que no vamos a morir porque perdamos el olfato. No hay una relación de causa-efecto, pero sí que parece que es un muy buen predictor. Ellos lo explican diciendo que este fenómeno se produce porque cuanto más mayores somos, nuestro cuerpo deja de producir nuevas células receptoras del olor. Sería una señal de nuestro deterioro, y si esa realidad comienza, sea cual sea nuestra edad ‘real’, será un indicador de que estamos entrando en una época de seria decadencia.
Además, según explican a The Guardian, el nervio olfativo es la única parte del sistema nervioso que está expuesta al aire libre, y nos ayuda a protegernos de venenos o agentes tóxicos que podríamos inhalar y que llegarían directamente al cerebro. Si el nervio deja de funcionar, sería una especie de advertencia de que nuestro cuerpo se está dejando llevar y que le da igual lo que ocurra en el exterior.