El camarón mantis (Gonodactylus smithii), habitante del gran arrecife de coral australiano, cuenta con los ojos más complejos del reino animal. Posee una visión singular, pues puede mover independientemente cada uno de sus ojos y es capaz de captar gamas del espectro invisibles al ojo humano (desde el infrarrojo hasta el ultravioleta) y detectar además diversos tipos de luz polarizada con los que ve a las criaturas transparentes de las que se alimenta.
Ahora, científicos de la australiana Universidad de Queensland han descubierto que los ojos de la mantis marina son capaces de ver ciertos tipos de cáncer dentro de nuestro cuerpo, gracias a su capacidad para detectar luz polarizada (luz que se refleja de forma diferente, según los distintos tipos de tejidos en los incide).
Inspirados por este gran descubrimiento, los australianos, con la colaboración de un equipo internacional de ingenieros especializados en óptica, han construido una cámara capaz de «ver» el cáncer. Este dispositivo, replica la habilidad de detectar luz polarizada de estos crustáceos y es capaz de grabar vídeos y enviar de forma inmediata una respuesta sobre la actividad cancerígena ya que convierte mensajes invisibles para nuestro sistema visual en colores con los que nuestros ojos se sienten cómodos.
Tal vez muy pronto podría dar lugar a aplicaciones para nuestros teléfonos inteligentes, con los podríamos detectar esta enfermedad de forma temprana. En un ejemplo de ello sería, averiguar si hay riesgo de melanoma en un lunar, barriendo su superficie con la cámara del iPhone.
Si finalmente estos dispositivos se popularizan, los médicos podrían contar con herramientas de detección baratas y no invasivas, que podrían acabar con algunas pruebas dolorosas y agresivas como las biopsias o colonoscopias. Por si fuera poco, la cámara ha sido probada con éxito para «ver» en tiempo real la actividad neuronal dentro de un cerebro.
