Los pesqueros influyen en las aves marinas
Las grandes embarcaciones de pesca crean una huella ecológica aún mayor de lo que se sospechaba, según ha descubierto un equipo de investigadores de la Universidad de Exeter y el Centro de Recursos Costeros y Marinos, de la de Cork, en el Reino Unido.
Los científicos han estudiado mediante rastreadores que utilizan un sistema de geolocalización los movimientos y hábitos de las aves marinas que suelen rondar estos barcos.
Así, han averiguado que el comportamiento de distintos depredadores marinos, como los alcatraces comunes que siguen a los buques de arrastre, por ejemplo, se ve alterado por la presencia de estas naves y su actividad hasta tal punto que pueden llegar a determinar su distribución y estrategias para buscar comida.
Los alcatraces bucean en busca de presas, pero también se alimentan de las capturas que son descartadas por los pescadores. De hecho, los expertos han observado que comen peces que habitualmente viven a una profundidad mayor que las que estas aves alcanzarían sumergiéndose.
Tras estudiar los desplazamientos de 74 ejemplares de seis colonias próximas a Irlanda y los de distintos pesqueros, hallaron que estos influían en su comportamiento aunque se encontrasen situados a más de 11 kilómetros de distancia. Según el ecólogo Thomas Bodey, que ha coordinado el estudio,“el barco crea una especie de huella de unos 22 kilómetros de diámetro; es mucho mayor de lo que esperábamos”.
Otro de los autores de la investigación, el zoólogo Mark Jessopp, destaca que estas aves responden de forma diferente incluso en función del tipo de aparejos que acarreen las embarcaciones, lo que indica el grado de habilidad que han desarrollado para beneficiarse de la presencia humana. En su informe, publicado en Current Biology, estos científicos añaden que sus hallazgos podrían utilizarse para mejorar las estrategias de conservación de distintas especies y de los recursos pesqueros.