Los depredadores nunca renuncian a su instinto depredador
Los animales pueden ser domesticados, pero aunque vivan toda una vida con los mismos hábitos, nunca perderán su instinto depredador. Los carnívoros renuncian a su naturaleza en parte, no completamente, por ello, siguen conservando su instinto como cazadores, por ejemplo los perros.
Normalmente educamos a un perro para que sea un animal de compañía, pero tienen acciones en las que podemos observar su instinto depredador: cuando corren detrás de algo, al morder un objeto…
Por ello, domesticar a un animal se traduce en hacer entender al animal que jugar es lo que deben hacer en sustitución de cazar.
Esto es lo que se intenta realizar en los zoológicos, donde los cuidadores deben entrenar a los felinos para que no saquen su instinto depredador frente a los animales con los que conviven diariamente.
Como bien expresa César Millán, uno de los más reconocidos adiestradores: “Jugar y cazar son diferentes estados mentales.