Homosexualidad para evitar la extinción
En muchas ocasiones hemos escuchado decir por parte de algunas personas, normalmente vinculadas a la Iglesia, que la homosexualidad es completamente antinatural. Pero lo cierto es que tanto la homosexualidad como la bisexualidad es algo muy común en la naturaleza, pues hay evidencias de éstas en más de 1500 especies de animales.
Tanto en insectos, aves, anfibios, mamíferos y otros tipos de especies se han observado un comportamiento en pareja e incluso sexo entre individuos del mismo sexo.
¿Creen que la homosexualidad es un problema para la supervivencia de las especies? ¿Y si les dijera que en algunos casos incluso la favorece? Un grupo de biólogos de la isla de Oahu observó durante mucho tiempo a los albatros de esta isla porque su población estaba disminuyendo cada vez más debido a la escasez de machos, y se dieron cuenta de que casi un tercio de la población estaba formado por hembras, que se cortejaban entre ellas y compartían las tareas del nido.
Los albatros son monógamos y solo tienen una pareja a lo largo de su vida, por lo que ante la escasez de machos muchas hembras quedarían solteras, y aunque se aparearan, les sería muy complicado sacar adelante a sus crías ellas solas. Las parejas de hembras homosexuales han logrado aprovechar al máximo los pocos machos existentes, ya que se aparean con ellos y luego cuidan a sus polluelos entre ellas, ejerciendo ambas como madres de todas las crías. Además, de esta forma no hay peleas por los machos, que podrían causar la separación de las parejas heterosexuales.
Gracias a este comportamiento han conseguido restablecer su población.