Los felices leen, los infelices ven la televisión
Si somos felices o desdichados, no podemos ocultarlo. Según una investigación llevada a cabo por el sociólogo John P.Robinson y la Universidad de Maryland, las actividades que realizamos a lo largo del día determinan nuestro nivel de felicidad.
En el estudio se recopilaron los datos de 30 años, tras los que concluyeron que las personas que son felices dedican su tiempo libre a leer y a socializarse con los demás, y los que no son felices, ven la televisión.
Las series, los programas, suponen una actividad pasiva para el espectador, que utiliza como vía de escape. La televisión supone un placer inmediato para alguien que lo necesita, además no requiere esfuerzo alguno y es una actividad solitaria y cómoda.
Por el contrario, leer libros produce placer a largo plazo, por lo que los lectores habituales son aquellos que no necesitan de placeres inmediatos para paliar el dolor, es decir, los que son felices.