El peso del alma
Cuando morimos nuestro cuerpo pierde 21 gramos que son los que se desvanecen cuando exhalamos el último aliento, ese espíritu apenas perceptible que según los creyentes va al cielo o al infierno ya tiene explicación científica.
Como asegura el prestigioso profesor Eduardo Punset está situada en la estructura de Neurotransmisores que forman nuestro cerebro, es aquí donde reside nuestra alma.
¿De qué se componen esos 21 gramos? Nadie lo sabe, unos dicen que es la chispa divina que acoge Dios cuando se crea un bebé en el vientre de la madre y te la quita cuando mueres, pero son muchos los que han dedicado su vida a buscar una explicación, por ejemplo Francis Crick ganador del premio Nobel de física en 1962 dedicó más de 50 años en buscar lo que podemos entender como alma o conciencia.
Pero aún hoy sabemos poco dónde se aloja la conciencia, cómo se forma, se suele decir que en la caja negra del cerebro donde se almacenan tus vivencias, pero realmente no somos más que un montón de neuronas en funcionamiento.
Por eso al morir nuestra actividad eléctrica y química del cerebro se apaga y perdemos esos 21 gramos.