Un desierto inundado
Los desiertos se caracterizan normalmente por su aridez y por la escasez anual de lluvias, pero existe en Brasil una excepción a la norma, sobre todo en lo de las lluvias anuales, ya que de julio a septiembre las lluvias inundan el lugar.
Esto es así porque el parque se encuentra junto a la cuenca del Amazonas y recibe gran parte de la humedad de la región, es el parque nacional de Lençóis Maranhenses, y tiene el honor a ser el desierto con más lluvias anuales del mundo, por lo que es un destino turístico único y muy solicitado.
Hasta 1981 no fue declarado espacio natural protegido y en él se crean lagos de agua dulce que van desapareciendo a la vez de la estación de lluvias, así en los primeros meses vemos grandes embalses y después pequeños charcos. A pesar que durante la época de lluvia estas zonas tienen algo de vida animal, como algunos crustáceos, el resto del año no existe nada de vida en él.
Llegar a este parque no es muy sencillo, porque hay que contratar un avión privado desde Sao Luis, o hacer un viaje de casi 10 horas en coche o autobús.