Un epitafio es el texto que, normalmente, está inscrito en la lápida de una persona fallecida. La gran mayoría de estos textos son frases que honran al difunto, pero hay casos excepcionales; personas que se van de este mundo pero quieren que su sentido del humor se mantenga vivo, reproches a parientes cercanos, disculpas que quedaron pendientes e incluso algunos redactados por los propios compradores de la lápida expresando el alivio que sienten cuando cierta persona muere.
A continuación repasamos algunos de los más curiosos:
- “Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”. Epitafio de Molière.
- “Llame fuerte, como para despertar a un muerto”. Epitafio de Jean Eustache (escrito en la puerta de la habitación del hotel en la que se pegó un tiro).
- “Ya decía yo que ese médico no valía mucho”. Epitafio de Miguel Mihura.
- “Murió vivo”. Epitafio de Antonio Gala.
- “Eso es todo amigos”. Epitafio de Mel Blanc, actor que le daba voz al personaje de Porky, famoso dibujo animado.
- “Desapareció en combate, apareció aquí”. Epitafio del coronel Francis Chartres.
- “Aquí sigue descansando el que nunca trabajó”. Epitafio de P. Melich.
- “Al morir échenme a los lobos. Ya estoy acostumbrado”. Epitafio de Diógenes.
- “Cuando naciste reían todos y sólo tú gemías, procura que al morir sean todos los que lloren y sólo tú el que rías”. Epitafio de una tumba en el cementerio de la Almudena de Madrid.
- “Aquí descansa Pancrazio Juvenales (1969 – 1993). Buen esposo, buen padre, mal electricista casero”.
- “Gustava Gumersinda Gutiérrez Guzmán (1934 – 1989). Recuerdo de todos tus hijos (menos Ricardo que no dio nada)”.
- “Aquí descansa mi querida esposa Brujilda Jalamonte (1973 – 1997). Señor recíbela con la misma alegría con que yo te la mando”.
- “Aquí yace mi mujer, fría como siempre”.
- “Estoy muerto. Enseguida vuelvo”. Epitafio en el cementerio de León, España.
- “Aquí yaces y yaces bien, tú descansas y yo también”. Epitafio que puso un yerno en la tumba de su suegra.
