Hace unos años se descubrió en Turquía una familia en la que algunos de sus miembros andaban apoyando las cuatro extremidades (piernas y brazos) en el suelo, en ese momento surgieron entre científicos miles de teorías.
Algunos afirmaban que esta condición debía ser por una lesión cerebral, otros que nos encontrábamos ante un episodio de involución humana, pero no es así tras su estudio descubrieron que era un trastorno genético.
Esta condición se llama el síndrome de Uner Tan en honor a su descubridor además viene acompañado de un retraso mental y tendencia a las posturas encorvadas. Su anatomía es igual que la nuestra, es decir que no están obligados a físicamente a caminar así , por lo que no se trata de una involución, sino que la clave está en el cerebro.
En el cerebro tienen atrofiado el sistema del equilibrio y las capacidades del sistema motriz, también se ve en los escáneres la reducción del Corpus Collasum, lo que une ambos hemisferios.
