Beber cerveza reduce las agujetas
Nunca una cerveza nos va a sentar tan bien como después de hacer deporte. No sólo por recuperar líquidos, sino porque beber cerveza después de hacer ejercicio facilita la recuperación de los músculos con agujetas o que muestran síntomas de fatiga.
Según el profesor de Fisiología del Ejercicio INEFC de Medicina de la Universidad de Barcelona, Joan Ramón Barbany, esto se produce gracias al efecto antioxidante que tiene la cerveza. Las agujetas tienen su origen en un proceso oxidativo “muy importante” de la fibra muscular, un proceso que se contrarresta con el consumo de cerveza. Independientemente de si es con o sin alcohol, eso sí, este profesor de fisiología recomienda tomarla siempre de forma moderada.
Al igual que las agujetas, la fatiga muscular también podría tener su origen en un proceso oxidativo por lo que esta bebida también podría frenarlo.
Por su parte, Manuel Castillo-Garzón, catedrático de Fisiología Médica en la Universidad de Granada, señala que además, tras realizar ejercicio, principalmente en verano con altas temperaturas, se necesita calmar la sed algo que la “frescura y las burbujas” de la cerveza hacen, y que también “se necesita sabor”, una característica que el agua no tiene.
Respecto a la presencia de alcohol en la cerveza, el catedrático explica que la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular en personas que no beben cerveza es mayor a la de cualquier persona que sí lo hace, eso sí, siempre recomienda el consumo moderado.
“El alcohol se liga a un receptor que es el mismo al que se ligan las sustancias que nos tranquilizan, como los barbitúricos, y este efecto relajante, que nos permite hacer frente a la situación de estrés, es favorable para la salud”, explica Catillo-Garzón.