Un año de prisión y siete de inhabilitación por decir en un tuit que se tatuaría la cara de quien le pegase un tiro en la nuca al presidente del Gobierno Español Mariano Rajoy.
Las opiniones pueden costar muy caro aunque se expresen en una red social. Así le ha pasado a esta joven española de 21 años que aprovechó su perfil social de Twitter para decir cosas como “que vuelvan los GRAPO”, “necesitamos una limpieza de fachas urgente”, «lo alto que voló Carrero no es nada en comparación a cómo va a acabar Rajoy en cuanto estalle la Revolución».
Todos estos tuits sirvieron para que la acusación el fiscal Pedro Martínez Torrijos atribuyera a Alba González Camacho un delito de enaltecimiento del terrorismo por difundir en su cuenta lo que considera como “mensajes de contenido ideológico de elevado carácter radical y violento”.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional y la defensa de la joven han llegado a un acuerdo y en principio no entrará en la cárcel a menos que vuelva a delinquir, ya que su pena queda en suspenso. Así se lo ha advertido el presidente del tribunal, Javier Martínez-Lázaro, durante la vista que se celebró ayer lunes en la Audiencia Nacional, en el que la procesada hizo pública su conformidad con el acuerdo entre su defensa y el Ministerio Público.
La tuitera, que tiene más de 5.000 seguidores en esta red social y llegó a escribir 5.774 mensajes diferentes en la Nochebuena de 2012, mantuvo durante varios meses una imagen de fondo con el anagrama de los GRAPO y colgó una fotografía en la que salían 44 presos de la organización terrorista.
Llegó a pedir incluso en algunos de sus mensajes la libertar del exportavor de Batasuna Arnaldo Ortegi, defendió la necesidad de pasar por la guillotina a los Borbones y a los ministros y lanzó una petición a la banda terrorista ETA: «Ya que habéis dejado las armas nos las podríais dar, que las necesitamos».
