Lo más recomendado en las dietas para personas con problemas de obesidad son las frutas, verduras y sobre todo las bebidas dietéticas, es decir, los refrescos light. Muchas personas consumen hoy en día bebidas light que contienen edulcorante en vez de azúcar. Los edulcorantes aumentan el apetito, te instan a comer más cantidad y, además, reservan la grasa.
Existen cuatro sabores diferentes para los que nuestra lengua está preparada: ácido, salado, dulce y amargo. Al consumir una bebida light, la lengua recibe dulzor y el cerebro cree que es azúcar, por lo que el cuerpo se prepara liberando insulina en el torrente sanguíneo. La insulina se encarga de almacenar la grasa para utilizarla en otro momento. Si en lugar de edulcorante, entrara azúcar en nuestro cuerpo, los niveles de insulina volverían a su estado normal, pero como no es así, esperan hasta que encuentran algo de azúcar. Al tener el nivel de insulina alto, el cerebro reacciona haciéndonos sentir hambre para poder equilibrar los niveles de azúcar.
Este tipo de acciones acostumbran al cuerpo a no recibir azúcar cuando consumes algo dulce y con el tiempo genera resistencia a la insulina, hipoglucemia y diabetes.
