Cine y moda siempre han ido de la mano. De hecho, no hay entrega de premios en la que no haya una “lucha” entre el triunfador/a dentro de la sala y el de la alfombra roja.
Algunos de los clásicos del cine que han marcado tendencia y que todavía hoy siguen influyendo en los armarios son:
Lo que el viento se llevó (Victor Fleming, 1939)
La película hizo historia no sólo por sus ocho Oscar sino también por su vestuario. El vestido blanco y verde lucido por Vivien Leigh se convirtió en el patrón de costura más vendido en EEUU durante la siguiente década. Aún hoy puede encontrarse en eBay.
Gilda (Charles Vidor, 1946)
El striptease que nunca fue de Rita Hayworth encumbró al modisto Jean Louis por la combinación de palabra de honor y guantes de ópera.
La ventana indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954)
La falda de chiffon con la que aparece Grace Kelly todavía quita el hipo así como la colección de complementos que muestra. El bolso de Hermès que luce es conocido como “bolso Kelly”.
Belle de Jour (Luis Buñuel, 1967)
Faldas de tubo, blusas de seda, altos tacones…todo universo de sensualidad creado por Ives Saint Laurent para Catherine Deneuve que se convirtió en la envidia de millones de mujeres.
Love Story (Erich Segal, 1970)
La moda de Ali MacGraw con gorros de punto, abrigos y tableados fue calificado por Calvin Klein como «el gran estilo de la moda en EEUU».
Años después, el musical Grease (Randal Kleiser, 1978) irrumpía en la gran pantalla, hablando de ese amor juvenil y loco cargado de pantalones pitillos, cazadoras de cuero y permanentes que han inspirado ha diseñadores hasta nuestros días.
Annie Hall (Woody Allen, 1977)
Pantalones, sombreros de ala ancha, chalecos, camisas y corbatas… Diane Keaton revalidó su estatus con una moda más masculina y cómoda. Mientras, Fiebre del sábado noche (John Badham, 1977) lucía solapas astronómicas y vestidos de colores.
Pretty Woman (Garry Marshall, 1990)
Si hay una película por excelencia en la que hay un punto de inflexión en la moda esa es Pretty Woman Donde una joven Julia roberts pasa de prostituta escandalosa a elegante dama con vestidos de cintura estrecha, tocados, hombreras y sombreros.
Fuera de onda (Amy Heckerling, 1995)
La moda pijoadolescente de Alicia Siverstone nos presentó infinidad de combinaciones de cuadros escoceses, sombreros y calcetines altos. También las series de la época marcaban tendencia como Sensación de vivir donde sus protagonistas lucían denim, botas de caña baja y estampados florales.
