La Universidad de Trento, en Italia, ha realizado una investigación sobre los movimientos de los mejores amigos del hombre. Uno de los movimientos más característicos de los perros es el que hacen con su cola y que nosotros solemos interpretar como signo de alegría, ya que cuando les damos de comer o cuando juegan con otros perros, la mueven incansablemente. Pues bien, el grupo de investigadores italianos ha concluido que los perros también mueven la cola cuando están tristes y que la diferencia se encuentra en el lado hacia el que la mueven. El derecho es el lado alegre y el izquierdo el lado triste.
El estudio se basó en observar las reacciones que tenían los animales al ver vídeos de otros perros moviendo la cola. El resultado fue un aumento del ritmo cardiaco y ansiedad al ver moverse la cola de otros perros a la izquierda y relajación cuando lo hacían hacia la derecha. El movimiento de la cola es un tipo de comunicación no intencionada del cerebro de los perros, que nosotros apenas podemos apreciar, pero que ellos mismos sienten cuándo un amigo suyo está feliz o cuándo se encuentra en peligro.
