Ciencia y deporte se han vuelto a unir para hacer más segura la vida de los deportistas.
En esta ocasión, científicos de la Universidad de Florida (UF) han desarrollado un casco integral para jugadores de fútbol americano que protege más la cabeza contra los golpes y fuertes impactos tanto frontales como rotatorios.
“El casco protege contra potenciales lesiones cerebrales graves”, tal y como explica Ghatu Subhash, profesor de Mecánica Aeroespacial de la UF y su equipo de colaboradores.
Para ello, el equipo de Subhash ha diseñado un casco con dos cámaras de protección para amortiguar el golpe en el cráneo. Una de las capas utiliza agua y aire y la otra, un tipo de líquido a base de gel. Las dos capas de fluidos absorben y distribuyen la energía generada por el impacto, disminuyendo su potencia.
Mientras una de las capas experimenta el impacto y se comprime, el fluido del interior se expande a través de un conducto conectado que lo neutraliza, por lo que independientemente del ángulo del golpe el casco “protege automáticamente cualquier parte de la cabeza”, asegura el profesor.
En un año se producen en Estados Unidos 1,7 millones de traumatismo craneoencefálicos, según los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, de los que el 20% están relacionados con la práctica deportiva.
Hasta ahora, los cascos estaban diseñados para amortiguar los impactos directos, es decir, los golpes frontales que impulsan la cabeza directamente hacia atrás, pero no tenían en cuenta el movimiento rotatorio, “responsable del 40% de las lesiones craneoencefálicas”, según apunta Subhash.
«El impacto de rotación sucede porque el casco es redondo, y un golpe frontal que se produzca en medio puede deslizarse hacia un lado y causar un movimiento que empuje el cerebro dentro del cráneo», destaca el profesor. «La fuerza rotacional puede ser grave incluso si el impacto es lento», asegura.
Uno de los colectivos que más traumatismos craneoencefálicos sufre son los jugadores de fútbol americano, por ello, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) llegó el pasado agosto a un acuerdo por 765 millones de dólares con cerca de 4.500 exjugadores en concepto de compensación por los «desordenes cerebrales» sufridos por los fallos de protección durante sus carreras deportivas.
