Ocurrido en el centro de salud Dos Hermanas en Sevilla, una medico fue a trabajar el dia de Navidad bastante borracha, tanto que pasaba 4 veces la tasa permitida para conducir, nada menos que 0.91 mililitros de alcohol por litro de aire espirado.
Los pacientes se dieron cuenta pronto de que la médico tenía un extraño comportamiento y que su aliento no olía precisamente a rosas.
Hubo incluso uno que afirmó que esta doctora trató de colocarle una aguja con anestesia en el ojo.
La policía acudió al lugar con el etilómetro que usan en los controles de tráfico.
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