Los funcionarios de un zoológico de Israel descubrieron casi de forma accidental que esta pareja de pingüinos africanos la componía dos hembras, las cuales habían creado juntas su nido.
Una unión estable entre seres del mismo sexo no es exclusiva de los humanos, o al menos así lo demuestra esta pareja de pingüinos llamados Suki y Chupchikoni.
El portavoz del zoológico afirma que «no podíamos saber si con certeza cuál era macho y cuál era hembra, pero Chupchikoni desempeñaba el papel masculino. Como pareja, construyeron un nido y se cortejaban”, «Sí, parece que son una pareja de lesbianas orgullosa. Se cortejan en el patio, parece que se sienten muy bien juntas»
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