En China, como no, una madre tiene a su hijo enjaulado desde hace 40 años, no nos podemos sorprender, porque casos en contra
de Derechos Humanos en China priman.
Un hombre de 48 años, Peng Weiqing, lleva 40 años encerrado en una jaula ya que su madre quería protegerlo de posibles lesiones porque el hombre sufre ataques epilépticos. Lleva encerrado desde los seis años, por lo tanto más de 40 años, tratado como un animal en una jaula, y ahora la única preocupación de la madre es tener alguien que le cuide cuando ella falte.
Claro estamos ante una persona que se ha criado como un animal, no conocer normas sociales, ni ha salido a la calle solo, y también lleva más de 40 años sin salir acompañado, el hombre, que le catalogan como enfermo mental, aunque lo que sufre son ataques epilépticos por lo que podría haber hecho una vida completamente normal, ya tiene una edad avanzada para aprender conductas.
En casos como este podemos ver que la gran potencia asiática lo es únicamente en economía, ya que sus habitantes, las familias que viven allí, no tienen una formación suficiente para entender que una persona enferma también es persona. Y ya sin meternos con los derechos humanos de esos habitantes que no son reconocidos.
