Quien avisa no es traidor, al menos eso debieron pensar los obreros que asfaltaron este coche al suelo.
Ellos avisaron de que el coche estorbaba para la creación de la nueva acera, pero el dueño no quiso moverlo, por lo que ni cortos ni perezosos asfaltaron el coche al suelo, ahora es parte de este.
Esto ha ocurrido en una ciudad brasileña de Belo Horizonte donde este coche se encontraba en el lugar en que estaba pensado construir una nueva acera para los peatones.
Esta camioneta es propiedad de un concesionario y la tenia expuesta para hacer publicidad, cuando los obreros dijeron que debían moverla el empleado dijo que no tenía permiso, y al parecer esto no fue un problema para ellos, quienes hicieron uno coche y acera.
