«Avatar», la película que ha recaudado más de 1.000 millones de dólares en la industria cinematográfica provoca depresión en los espectadores. El idealismo que han provocado James Cameron, hace que muchas personas caigan en una depresión al darse cuenta que nunca podrán vivir un mundo igual.
Los espectadores escriben sus impresiones en los foros dedicados a ellos y expresan su depresión por la situación real que viven día a día y la imposibilidad de crear una situación ideal como en la película. Éstas son algunas de las declaraciones que hacen las personas que tienen obsesión con el mundo de «Avatar»:
“Desde que vi ‘Avatar’ estoy deprimido. Ver el maravilloso mundo de Pandora y a los Na’vi hizo que quisiera ser uno de ellos. No puedo dejar de pensar en todas las cosas que ocurren en la película y en todas las lágrimas y escalofríos que me provocó, incluso tengo pensamientos suicidas y pienso que, si lo hago, de alguna manera podría renacer en un mundo similar al de Pandora en el que todo sea igual que en ‘Avatar’”.
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“Buscar en Internet información sobre ‘Avatar’ es todo lo que hago últimamente. Es duro pensar que es sólo una película y que vivir como los Na’vi -los personajes azulados de Pandora- es algo que nunca ocurrirá”.
El Vaticano tampoco ha querido perder la oportunidad de opinar sobre esta película, como ya han hecho con otras como «El código Da Vinci», «Ángeles y Demonios» o ‘La pasión’. Ha dicho que “Avatar no es más que una mera película de entretenimiento que no da a la gente mucho que pensar”. “Es un guiño hacía las pseudo-doctrinas que han hecho de la ecología la religión del milenio”.
