Niño prodigio contra el cáncer de páncreas
La ciencia parece acechar cada vez más al tan temido cáncer que afecta a millones de personas de todo el mundo cada año, y nada menos que de la mano de un joven prodigio de tan sólo 15 años, el estadounidense Jack Andraka, quien ha creado un sistema de diagnóstico del cáncer de páncreas.
Este sistema, unas tiras similares a las utilizadas por los diabéticos para conocer el nivel de glucosa en sangre, detecta mesotelina, una proteína cuya presencia en la sangre se dispara cuando se desarrolla el cáncer de páncreas.
¿Cómo llega un adolescente a descubrir un sistema así? A Andraka se le ocurrió la idea mientras leía a escondidas en el instituto un artículo de la revista Science sobre los nanotubos de carbono (estructuras finas como el cabello humano que transmiten la electricidad) mientras el profesor explicaba cómo los anticuerpos se combinan con determinadas proteínas en la sangre. El joven unió las dos ideas y se planteó por qué no poner nanotubos con anticuerpos que reaccionen a la mesotelina y colocar en ellos una gota de sangre. Cuanta más mesotelina haya en la sangre, más se unen a ella los anticuerpos, con lo que se van a separar los nanotubos y, por tanto, van a transmitir peor la electricidad.
Empezó a investigar y cuando tuvo su “proyecto” claro se puso en contacto con diversos investigadores. «Pensaba que me iban a llover las invitaciones. Pero cada día, cuando me conectaba al correo electrónico, solo veía emails de rechazo», recuerda. Tras 200 rechazos, el oncólogo Anirban Maitra, del Hospital de la Universidad Johns Hopkins (el mejor hospital de EEUU, situado Baltimore) le aceptó. “Fue difícil. Lo más duro fue equilibrar mi vida personal con la del laboratorio, porque tenía que seguir yendo a clase y hacer los deberes», reconoce Andraka.
Hubo noches que no durmió, no se relacionaba con nadie, pero el esfuerzo mereció la pena. En diciembre de 2012 y el equipo de Maitra vieron cómo unos nanotubos detectaban mesotelina. A principios de 2013, los experimentos con ratas de laboratorio también fueron positivos.
A pesar de los avances y los resultados positivos en la utilización de este test, la investigación continúa y habrá que esperar hasta 2022 para su comercialización.