Tal vez a más de uno se le haya ocurrido alguna locura estando ebrio pero a Luke Harding, un joven de Manchester, no se le ocurrió otra cosa que irse a París.
Lo que comenzó siendo una salida sin importancia con los compañeros de trabajo ha convertido a Harding en protagonista estos días tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación británicos.
El joven salió con sus compañeros a tomar algo después del trabajo. Fueron a varios bares, estuvieron bebiendo y acabaron en un club nocturno. Cuando se despidieron, Harding, que había visto por internet vuelos baratos a París antes de salir, y en plena efervescencia etílica decidió coger un taxi, ir al aeropuerto y coger un billete rumbo a la capital francesa.
“Cuando desperté no recordaba muy bien donde estaba”, confesaba Harding en su cuenta de Twitter. Pero antes que alarmarse decidió irse a conocer la ciudad con su resaca incluida. Sus fotos junto a la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo dejaron a todos sus amigos boquiabiertos, ellos pensaban que estaba en casa durmiendo la borrachera.
Después de su paseo por París llamó a su madre para que le recogiera en el aeropuerto de Manchester a las 8 de la tarde. “Fue genial pero hacía mucho frío. No me arrepiento. Es una historia divertida para contar a mis colegas”, afirmaba.
