Un Boeing 747 aterrizó el pasado miércoles en el Aeropuerto Coronel James Jabara en lugar de en la Base de la Fuerza Aérea McConnell en Wichita (Kansas) por una confusión entre este y oeste.
El 747, con solo dos tripulantes y sin pasajeros, intentaba aterrizar por la noche en la Base de la Fuerza Aérea McConnell donde se supone que iba a entregar partes para el nuevo 787 Dreamliner de Boeing a una empresa encargada de la fabricación de enormes secciones de avión de nueva generación. Sin embargo apareció a 15 kilómetros al norte de su destino.
Sorprendentemente, el piloto con una tranquilidad inusual reconocía su error ante los desconcertados controladores aéreos. “»Oh, sí señor, acabamos de aterrizar en el otro aeropuerto», expresó el piloto tras el aterrizaje.
Su respuesta calmada y al parecer sin importancia contradecía el peligro de la situación: un descomunal avión acababa de aterrizar en la pista equivocada, a kilómetros del destino planeado, en la oscuridad. Por suerte la pista tenía la longitud necesaria.
Mientras el piloto trataba de dilucidar la situación, por la radio pudo escuchársele confundir este con oeste en sus notas, reconociendo que no entendía lo que había escrito a mano y que además se había distraído viendo otra cosa.
En la zona hay tres aeropuertos de características similares: la Base de la Fuerza Aérea, la terminal Jabara y el tercer aeropuerto que está en medio llamado Beech; lo que podría haber ayudado a la confusión. Los pilotos aseguran que puede ser difícil diferenciar una pista larga de una corta con el descenso y la de Jabara está directamente en la ruta hacia McConnell.
No es muy común que los pilotos se confundan y acaben en otro aeropuerto, pero ocurre. Según explica Brent Sprencer, ex controlador aéreo en Wichita, cada uno o dos meses, un piloto que se dirige hacia el Aeropuerto Mid-Continent comienza a girar hacia McConnell por error.
