Los pavos invaden Nueva York
A tan sólo una semana para la celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos el tema de conversación entre los neoyorquinos no es otro que el del pavo, pero no el pavo que van a preparar para la cena en familia sino de la cantidad de pavos que se han mudado a vivir a la Gran Manzana.
Después de décadas de esfuerzo para frenar el declive de las simbólicas aves estadounidenses, los expertos dicen que la población nacional de pavos actualmente es de 7 millones, por lo que se ha recuperado considerablemente ya que en la década de los 50 sólo había 300.000. Ahora, muchos de esos pavos se están mudando a Nueva York.
Una población de pavos errantes en Staten Island (Nueva York) traen de cabeza a las autoridades ya que están haciendo de la isla un verdadero caos, por los problemas que están ocasionando a los residentes. Por este motivo, las autoridades tuvieron que sacrificar el año pasado a decenas de aves pero este año continúan los problemas.
«No queremos matarlos, sólo queremos que nos dejen solos», decía Barbara Laing, una vecina de la isla quien vio a unas 50 aves alrededor de su casa mientras que los conductores trataban de espantarlos.
Los pavos dejan excrementos en los jardines, devoran las plantas y despiertan a los residentes con sesiones de apareamiento antes del amanecer.
«Realmente son aves bellas, pero arruinan nuestras propiedades», afirmaba Mary Jane Froese, hermana y vecina de Laing.
Los pavos han sido acusados de atacar a residentes en Brookline (Boston) y de amenazar a niños en Wisconsin. En Staten Island, comenzaron a juntarse en un hospital psiquiátrico y hace aproximadamente una década que su presencia comenzó a notarse.
Las quejas por los pavos han causado al menos un arresto, el de una persona que encendió juegos pirotécnicos para espantar a las aves en 2007.