Los peores desastres de la cirugía estética
El bisturí no puede arreglarlo todo. La cirugía plástica puede sentarle bien a una persona cuando se tratan de pequeños retoques en la nariz, la barbilla o echarse un poco de botox. Ahora bien, abusar del quirófano tiene un precio y no sólo económico.
Michaela Romani: Perteneciente a la socialité italiana, se hizo famosa por su adicción al colágeno. Esta adicción la llevó a una terapia de rehabilitación para que su obsesión no llegase a más y siguiese destrozándose la cara. La italiana solo tiene 40 años de edad.
Dennis Avner: Conocido como el “hombre gato” ha sufrido un sinfín de operaciones estéticas para parecer a su animal favorito, el tigre. Implantes transgénicos que simulan bigotes, implantes debajo de la piel para deformar la cara, transformación de los dientes e innumerables tatuajes, todo ello para conseguir parecerse lo más posible a un felino. A pesar de todo, Avner se suicidó el año pasado ante “la frustración de constatar que no podría ser nunca un tigre”.
Jocelyn Wildenstein: Parece que la belleza felina atrae y la viuda del multimillonario francés, Alec Wildenstein, se gastó 4 millones de dólares en cirugías estética para parecer un gato. La mujer empezó a obsesionarse con el quirófano cuando su ex marido la dejó por una veinteañera. El resultado, el que vemos.
Pete Burns: Ex vocalista del grupo británico Dead or Alive y caracterizado siempre por mostrar un estilo exuberante, se realizó grandes inyecciones de poliacrilamida en sus labios, acompañadas por implantes de mejillas, varias cirugías de nariz y muchos tatuajes. A principios del año 2006, reveló en una entrevista previa al concurso Big Brother (donde participó) que había gastado casi todos los ahorros de su vida en sólo dieciocho meses de cirugía facial reconstructiva, para solucionar un grave error médico sufrido por una de sus operaciones.
Hang Mioku: Esta mujer coreana de 48 años de edad se llegó a inyectar aceite de cocina debido a su gran obsesión por la cirugía. Esta drástica acción se debió a que ningún cirujano se atrevía a operarla tras la primera operación que se realizó a los 28 años y que salió mal.
Michael Jackson: No podíamos acabar esta lista sin mencionar al rey del pop. El difunto cantante pasó por más de 10 operaciones de nariz, se alargó la cara, se rebajó los pómulos, y se tatuó los labios entre sus muchas operaciones para conseguir eliminar los rasgos afroamericanos de su piel.